Los daños por líquidos en los aparatos electrónicos son un poco como la masa de las tortitas en la encimera: el domingo por la mañana, es relativamente fácil de limpiar. La masa de panqueque seca el domingo por la noche es una historia diferente. Lo mismo ocurre con los daños por agua/líquidos.
Cuando ponemos un teléfono en arroz, es lo mismo que no hacer nada. Simplemente se siente como si estuviéramos intentando algo activamente. La corrosión es instantánea cuando un teléfono entra en contacto con el agua. A veces la corrosión alcanza componentes importantes, otras veces no. Si nos resistimos a encender el teléfono hasta que se seque en la encimera, en la bolsa de arroz o en cualquier otro lugar, a veces tenemos suerte. Si tenemos el teléfono en la bolsa de arroz, pensamos que el arroz ha salvado el teléfono. Pero no fue así. Aunque parezca que el teléfono funciona, tendrá las soldaduras oxidadas, debilitadas y frágiles. La corrosión seguirá extendiéndose dentro del teléfono. No hemos hecho más que experimentar una suerte temporal.
¿El verdadero secreto de los daños por agua? No quieres secarlo!
Lo que quieres hacer es primero desplazar el agua-o más específicamente, todo el material conductor en el agua. La mejor manera de hacerlo es utilizando alcohol isopropílico (para frotar) al 90% y un cepillo de dientes. Abre tu dispositivo en cuanto puedas, saca la batería y ponte a fregar. Sumerge toda la placa base en el alcohol y restriega. Sólo entonces, sécala y comprueba en qué situación te encuentras. Al conseguir desplazar el líquido antes de que se pueda secar, estamos limpiando la masa de las tortitas el domingo por la mañana. Esta es su mejor estrategia para el daño líquido.
Por supuesto, es tentador simplemente poner el teléfono en arroz -nunca se sabe, podría estar bien. Queremos ignorar todo ese trabajo anterior y simplemente esperar lo mejor en su lugar.
Es difícil encontrar algún profesional experimentado en la industria de la reparación que no ponga los ojos en blanco cuando escuche la palabra «arroz». Vemos el triste resultado de los teléfonos/dispositivos que han sido metidos cuidadosamente en la bolsa de Mahatma con los dedos cruzados.
A todos los profesionales de la reparación que hay por ahí: por favor, uníos a compartir algunas fotos de cómo es realmente un teléfono/dispositivo por dentro cuando lo abrimos después de su revolcón en el arroz. Una imagen vale más que mil palabras. Tal vez ayude a mostrar a la gente la realidad del papel del arroz en los daños causados por el agua.