Números 22:22

Números 22:22

Y la ira de Dios se encendió porque fue
Aunque le había dado permiso para ir; pero entonces fue con la condición de que los príncipes lo llamaran para ir con ellos, mientras que él fue sin su llamado, y no lo esperó; y además, no les informó, como no lo hizo antes con los mensajeros, de lo que Dios había dicho, que no debía maldecir a Israel, ni decir nada contrario a esta su voluntad, lo cual, si se lo hubiera dicho, no lo habrían llevado con ellos; Además, fue con una intención, con una buena voluntad de maldecir a Israel, lo que debía ser agradable a Dios, que conocía su corazón; así el Targum de Jonathan,

«y la ira del Señor fue fuerte, porque fue a maldecirlos;»

Así mismo, aunque tenía permiso para ir, era de forma airada, y no era agradable para el Señor que fuera, y por lo tanto no debería haber ido a pesar de ello; o, al menos, podía esperar algunas marcas del desagrado divino; así lo observa Jarchio, él vio que la cosa era mala a los ojos del Señor, o desagradable para él, y sin embargo lo deseó; al igual que el pueblo de Israel, cuando el Señor les ordenó subir y poseer la tierra, en cuyo caso insiste Aben Esdras; ellos deseaban que se enviaran personas antes de la mano para espiar la tierra, lo cual, aunque se les permitía, ellos se negaban a hacerlo: porque no todo lo que Dios permite le agrada; además, las palabras pueden traducirse F8, «cuando iba», o, «mientras iba»; y así no es una razón del peligro del Señor, sino que expresa cuando se encendió o estalló:

Y el ángel del Señor se puso en el camino como adversario contra él;
que no se trataba de un ángel creado, uno de los espíritus ministeriales, sino del eterno, el ángel de la presencia de Jehová, aparece en ( Números22:35 ) que iba delante del pueblo de Israel en el desierto, no sólo para guiarlo, sino para guardarlo y protegerlo; y que era un adversario de sus adversarios, y en todo momento les ayudaba y asistía contra todos los que los odiaban y se oponían a ellos: Jarchi lo llama un ángel de misericordia, que habría restringido a Balaam de pecar, para que no pecara y pereciera, y así era más bien un amigo que un adversario, si lo hubiera atendido:

Ahora cabalgaba sobre su asno, y sus dos sirvientes estaban con él;
quienes, según el Targum de Jonatán, eran Jannes y Jambres, los magos de Egipto, de los cuales ver ( 2 Timoteo3:8 ) sólo éstos estaban con él, los príncipes de Madián por una u otra razón estaban separados de él.

F8 (Klwhyk) «quum iret», Noldius, p. 403.

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