Parece tan fácil odiar la forma en que nuestros cuerpos se ven, criticar las cosas que deseamos que se vean o se sientan de manera diferente. Debido a que las redes sociales están en todas partes, es difícil no compararnos con las fotos de personas que siempre parecen verse bien y cómodas en sus cuerpos.
Tal vez odias tu cuerpo porque no te sientes del todo bien dentro de tu cuerpo, como si el género que te han asignado no coincidiera con la forma en que te sientes por dentro.
Para las personas con problemas de salud mental, podemos odiar nuestros cuerpos porque nos juzgamos constantemente. Todo lo que hacemos o decimos -y, en definitiva, nuestro aspecto- nunca puede ser lo suficientemente bueno. También es duro si una enfermedad mental como la depresión hace que sea difícil comer bien o hacer ejercicio. Entonces odiamos de verdad nuestro aspecto y nos sentimos fatal al mismo tiempo.
¿Qué puedo hacer si odio mi cuerpo?
Parte del viaje es aprender a quererse a uno mismo tal y como es hoy. Aprender a amarnos a nosotros mismos es difícil: lleva tiempo descubrir por qué sentimos que está bien golpearnos. Se necesita tiempo para sanar de las cosas malas que han sucedido y que nos hacen odiarnos a nosotros mismos. Lleva tiempo averiguar lo que tenemos que hacer, los pequeños pasos que tenemos que dar, para empezar a sentirnos mejor.
Para algunos, es importante mirar hacia dentro y pensar si odiar tu cuerpo está dando lugar a ideas distorsionadas sobre cómo deberías ser. Si estás pensando en tu cuerpo de una manera poco saludable o tienes comportamientos poco saludables en torno a la comida, podrías tener un trastorno alimentario.
Los signos de los trastornos alimentarios pueden incluir:
- obsesión por la comida
- retención de alimentos
- hacer más ejercicio del que deberías
- evitar a las personas que no has visto recientemente para que no vean cómo ha cambiado tu cuerpo
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- una imagen corporal distorsionada que no es coherente con lo que sucede
- ver defectos o imperfecciones exagerados en tu cuerpo
- pesarte cada día y sentir pánico ante los pequeños cambios. (¡Es perfectamente normal que tu peso en agua suba o baje 5-6 libras en un solo día!)
Un trastorno alimentario es un poco como una adicción. Puede controlar tu vida aunque sientas que estás ganando el control. En última instancia, alimentar un trastorno alimentario es peligroso para nuestras mentes y nuestros cuerpos.
Si crees que puedes tener un trastorno alimentario, o las cosas se sienten fuera de control, por favor, acude a alguien de confianza pronto. No queremos que tu lucha continúe, porque cuanto más esperes, más difícil será mejorar.