El acné es la perdición de la adolescencia, y afecta hasta al 50-95% de los adolescentes. Puede traer la miseria a la vida de los jóvenes justo cuando se sienten más preocupados por su aspecto. Y no sólo los jóvenes pueden padecerlo: aunque es más común durante la pubertad, el acné puede afectar a cualquier persona de cualquier edad o sexo.
Investigar la relación entre los productos lácteos y el acné
El acné surge cuando las glándulas sebáceas segregan demasiado sebo y la apertura de los folículos de la piel se bloquea. A menudo se piensa que la dieta occidental -especialmente la leche de vaca y los productos lácteos- desempeña un papel en el desarrollo del acné.
Estudios anteriores que investigaban este posible papel han dado resultados contradictorios. Para obtener una imagen más clara, los autores de este artículo revisaron 14 estudios y analizaron los resultados para ver si el riesgo de acné está realmente relacionado con los productos lácteos que consumimos.
El consumo de leche se asoció con el acné
Sus resultados muestran que el riesgo de acné varía según el tipo de producto lácteo consumido. Así, beber leche se asoció con la presencia de acné. Cuanta más leche entera o desnatada bebían las personas, mayor era su riesgo de acné, ya que cada ración adicional de leche entera y desnatada aumentaba el riesgo de acné en un 13% y un 26% respectivamente.
El yogur y el queso no se asociaron con el acné
Pero no se observó tal relación entre el riesgo de acné y la ingesta de yogur o queso. La revisión de los autores incluyó cuatro estudios sobre la ingesta de yogur/queso, y ninguno encontró una relación significativa con el acné, independientemente de la cantidad de yogur o queso consumido.
‘En este meta-análisis, el consumo de yogur/queso no tuvo relación con el riesgo de acné’ – Aghasi M et al, 2018.
¿Por qué existen estas diferencias entre los tipos de lácteos?
Las proteínas que se encuentran en la leche y los productos lácteos aumentan los niveles de una hormona, el factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), que a su vez estimula a las glándulas sebáceas para que produzcan más sebo -y por tanto el desarrollo del acné-.
La leche y los productos lácteos también contienen derivados de las hormonas sexuales, como el estrógeno, la progesterona y el andrógeno, que pueden conducir al desarrollo del acné.
La falta de relación entre el yogur/queso y el acné puede deberse al proceso de fermentación, dicen los autores. La fermentación con bacterias probióticas puede reducir los niveles de IGF-1 del alimento lácteo, así como otros componentes de la leche que se asocian al desarrollo del acné.
Se necesitan más estudios -especialmente ensayos clínicos a gran escala- para confirmar el efecto de la leche y los productos lácteos en el desarrollo del acné, dicen los autores. Mientras tanto, recomiendan que las personas que quieran evitar el acné consideren optar por el yogur o el queso como fuente de alimentos lácteos.
‘Los resultados del presente meta-análisis recomiendan el consumo de yogur/queso para evitar la creación de acné.’ – Aghasi M et al, 2018.
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