Pityriasis lichenoides et varioliformis acuta como característica de presentación de una infección aguda por el virus de la inmunodeficiencia humana | BMJ Case Reports

Descripción

Describimos el caso de una mujer de 38 años que acudió al servicio de urgencias con una historia de 2 días de erupción cutánea generalizada asociada a fiebre, escalofríos y odinofagia. La exploración cutánea reveló una erupción de pápulas eritematosas de diversos tamaños y diferentes estadios de evolución distribuidas por el tronco, las extremidades, incluidas las palmas y las plantas, y, de forma menos prominente, la cara (figura 1A). Algunas de las lesiones mostraban un centro vesicular, mientras que otras tenían una escama fina periférica y tendencia a la cicatrización (figura 1B). También eran evidentes las erosiones. En la mucosa bucal y en la lengua se apreciaban múltiples manchas rojas eritematosas compatibles con candidiasis orofaríngea.

iv xmlns:xhtml=»http://www.w3.org/1999/xhtml Figura 1

Pápulas eritematosas de varios tamaños y diferentes estadios de evolución distribuidas por el tronco y las extremidades (A). Algunas mostraban un centro vesicular, mientras que otras tenían una escama fina periférica y tendencia a la cicatrización (B).

Los hallazgos de laboratorio revelaron un recuento sanguíneo completo y una función renal y hepática normales; la proteína C reactiva estaba elevada. La prueba de sífilis fue negativa. Se realizaron pruebas de VIH, que demostraron un test de antígeno/anticuerpo de cuarta generación positivo, un ELISA negativo y una carga viral superior a 1.000.000 de copias por mililitro. El paciente fue diagnosticado de infección aguda por VIH.

Dado que el diagnóstico de exantema de infección primaria por VIH era poco probable, el paciente fue sometido a una biopsia de piel. El examen histopatológico mostró una paraqueratosis multifocal (figura 2A), con vacuolas escasas en la capa basal y queratinocitos apoptóticos dispersos principalmente en la mitad inferior de la capa de Malpighi (figura 2B). La dermis superior mostraba un infiltrado linfomononuclear perivascular (figura 2C).

Figura 2

Histopatología de las lesiones: paraqueratosis multifocal (A); vacuolas escasas en la capa basal y queratinocitos apoptóticos dispersos (B); infiltrado linfomononuclear perivascular en la dermis (C).

La correlación entre los hallazgos clínicos e histológicos fue consistente con el diagnóstico de pitiriasis lichenoides et varioliformis acuta (PLEVA).

El paciente comenzó la terapia tópica con corticosteroides y antirretrovirales 1 semana después y las lesiones mejoraron.

PLEVA es una enfermedad rara que se manifiesta por cultivos de pápulas eritematosas, que afectan principalmente al tronco y las extremidades. Es habitual que se desarrollen vesículas, costras o úlceras, que pueden coexistir en diferentes lesiones, y que se curan en un periodo de semanas.1 2

La etiología exacta de la PLEVA sigue siendo desconocida. Se han propuesto algunas teorías para explicar su patogénesis: un origen linfoproliferativo, una respuesta mediada por un inmunocomplejo o una reacción inflamatoria a una infección.3 4 Se han descrito múltiples agentes, como los estreptococos β-hemolíticos, el Staphylococcus aureus, el Toxoplasma gondii, el parvovirus B19, el virus de Epstein-Barr, el citomegalovirus, el virus de la varicela zoster, el herpesvirus humano 7 y el VIH.5-7

Sólo se han descrito unos pocos casos de asociación entre PLEVA y VIH.7 8 Esta situación podría suponer un reto diagnóstico, al confundirse esta dermatitis con otras más comunes habitualmente asociadas al VIH, como el exantema primario del síndrome retroviral agudo, el herpes zoster o la sífilis secundaria.

La mayoría de los casos relativos a PLEVA en el entorno del VIH se produjeron en las fases agudas de la infección. Teniendo en cuenta esto, algunos autores postulan que la dermatitis puede ser un marcador de estadios tempranos o medios de la enfermedad por VIH.8

El caso descrito corrobora esta teoría y su relevancia se basa en dos aspectos principales. El primero engloba las características cutáneas atípicas, que desvelan ser PLEVA. El segundo se refiere a su asociación con el VIH, que podría ayudar a entender la patogénesis de la enfermedad y debe ser considerada en la práctica diaria. En este sentido, los autores creen que la prueba del VIH debería realizarse en el contexto de la PLEVA, especialmente si el paciente presenta otros hallazgos asociados a una inmunidad alterada.

Puntos de aprendizaje

  • La Pitiriasis lichenoide et varioliformis acuta (PLEVA) es una dermatitis poco frecuente que puede confundirse con otras más comunes asociadas habitualmente al VIH, como el exantema primario del síndrome retroviral agudo, el herpes zoster o la sífilis secundaria.

  • La PLEVA puede ser desencadenada por el VIH y representar un marcador de las etapas tempranas o medias de la infección.

  • Las pruebas del VIH deben realizarse en el contexto de la PLEVA, especialmente si el paciente presenta otros hallazgos asociados a una inmunidad alterada.

La PLEVA es una dermatitis rara que puede confundirse con otras más comunes asociadas al síndrome retroviral agudo, el herpes zoster o la sífilis secundaria.

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