Señor,
Los medicamentos estimulantes son generalmente seguros y eficaces. Los efectos secundarios más comunes del metilfenidato son sensación de nerviosismo o irritabilidad, problemas de sueño, pérdida de apetito, pérdida de peso, dolores de cabeza, mareos, somnolencia, dolor de estómago, náuseas y vómitos. La pérdida de cabello es un efecto secundario poco frecuente de los agentes psicotrópicos.
Un niño de 12 años fue remitido a nuestra clínica ambulatoria por su madre, que se quejaba de que hablaba, corría y trepaba de forma excesiva e inapropiada; de que tenía dificultades para prestar atención a los detalles y terminar las tareas escolares; de que se distraía con facilidad; y de que pasaba de una actividad inacabada a otra. Este comportamiento había durado unos 6 años. El niño fue diagnosticado de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) según los criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders-IV. Su examen físico era normal y no había antecedentes de enfermedades médicas. Se le recetó metilfenidato a 18 mg/día. Tras 2 semanas de medicación, la dosis de metilfenidato se aumentó a 36 mg/día. Después de 1 mes, la madre del paciente informó de una mejora significativa de sus síntomas de TDAH y de sus problemas escolares. Sin embargo, aproximadamente 2 semanas después de comenzar con el metilfenidato, su madre notó que el paciente experimentaba una alopecia difusa que aumentó en gravedad durante un período de 1 mes. No tomaba ninguna otra medicación, y no había indicios de pérdida de cabello de inicio temprano en sus antecedentes personales y familiares. Se le remitió a una clínica dermatológica, y un examen dermatológico reveló una pérdida de cabello difusa que afectaba a todo el cuero cabelludo, sin áreas parcheadas. Los análisis de sangre, que incluían un recuento sanguíneo completo, análisis bioquímicos, pruebas de la función tiroidea y pruebas de vitamina B12, ácido fólico, ferritina, hierro sérico y capacidad total de fijación del hierro, zinc sérico, niveles de cobre, antígeno de superficie de la hepatitis B, anticuerpos de superficie de la hepatitis B, antígeno e de la hepatitis B, IgG anti-HBc, IgM anti-HBC, IgM del citomegalovirus e IgM del virus de Epstein-Barr, no revelaron ninguna anomalía. Por lo tanto, se diagnosticó que su pérdida de cabello era consecuencia del consumo de drogas. Dado que se sospechaba que se trataba de un evento relacionado con el fármaco, se suspendió el metilfenidato, y la pérdida de cabello se resolvió en un mes. Un mes más tarde, el paciente volvió a presentar síntomas de TDAH, y se le prescribió atomoxetina a una dosis de 10 mg/día, que luego se aumentó a 40 mg/día. Sus síntomas de TDAH disminuyeron, y no ha mostrado signos de pérdida de cabello con el tratamiento de atomoxetina en los últimos 4 meses.
El diagnóstico de la pérdida de cabello asociada al uso de fármacos es difícil, ya que es necesario excluir primero otras condiciones orgánicas comúnmente asociadas a la pérdida de cabello, como el hipotiroidismo, el hipertiroidismo, las patologías hormonales del eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, y las deficiencias de hierro, cobre y zinc. La única forma definitiva de diagnosticarla es suspender la medicación, observar el rebrote del cabello y, posteriormente, observar la reaparición de la caída del cabello al volver a tomar la medicación. En primer lugar, excluimos las afecciones orgánicas que pueden provocar la caída del cabello y, a continuación, suspendimos la medicación para observar si la caída del cabello era una consecuencia del metilfenidato.
En este caso, no había antecedentes de estrés emocional antes de la aparición de la caída del cabello, y la paciente no estaba diagnosticada de trastornos de ansiedad o depresión. La alopecia inducida por fármacos es un efecto adverso poco frecuente que sólo se ha notificado con un número limitado de medicamentos psicotrópicos como el litio, el ácido valproico, la venlafaxina, la fluoxetina, la sertralina, la atomoxetina y el metilfenidato. Algunos informes de casos han concluido que la alopecia puede ser causada por estimulantes. En este caso, queremos enfatizar que el metilfenidato puede causar la pérdida de cabello y que este efecto secundario debe tenerse en cuenta en la práctica clínica.
Declaración de consentimiento del paciente
Los autores certifican que han obtenido todos los formularios de consentimiento del paciente apropiados. En el formulario, el/los paciente/s ha/n dado su consentimiento para que sus imágenes y otra información clínica sean reportadas en la revista. Los pacientes entienden que sus nombres e iniciales no se publicarán y se harán los debidos esfuerzos para ocultar su identidad, pero no se puede garantizar el anonimato.
Apoyo financiero y patrocinio
Nulo.
Conflictos de intereses
No hay conflictos de intereses.