Político

Robert Root-Bernstein y sus colegasEditar

Robert Root-Bernstein es considerado el principal responsable de reavivar el interés por la polimatía en la comunidad científica. Sus trabajos destacan el contraste entre el polímata y otros dos tipos: el especialista y el diletante. El especialista demuestra profundidad pero carece de amplitud de conocimientos. El diletante demuestra una amplitud superficial, pero tiende a adquirir habilidades simplemente «por su propio bien, sin tener en cuenta la comprensión de las aplicaciones o implicaciones más amplias y sin integrarlas» (R. Root-Bernstein, 2009, p. 857). Por el contrario, el polímata es una persona con un nivel de especialización que es capaz de «dedicar una cantidad significativa de tiempo y esfuerzo a sus avocaciones y encontrar formas de utilizar sus múltiples intereses para informar sus vocaciones» (R. Root-Bernstein, 2009, p. 857).

Un punto clave en el trabajo de Root-Bernstein y sus colegas es el argumento a favor de la universalidad del proceso creativo. Es decir, aunque los productos creativos, como una pintura, un modelo matemático o un poema, pueden ser específicos de un dominio, a nivel del proceso creativo, las herramientas mentales que conducen a la generación de ideas creativas son las mismas, ya sea en las artes o en la ciencia. Estas herramientas mentales se denominan a veces herramientas intuitivas de pensamiento. Por lo tanto, no es de extrañar que muchos de los científicos más innovadores tengan aficiones o intereses serios en las actividades artísticas, y que algunos de los artistas más innovadores tengan interés o aficiones en las ciencias.

La investigación de Root-Bernstein y sus colegas es un importante contrapunto a la afirmación de algunos psicólogos de que la creatividad es un fenómeno de dominio específico. A través de su investigación, Root-Bernstein y sus colegas llegan a la conclusión de que existen ciertas habilidades y herramientas de pensamiento integral que traspasan la barrera de los diferentes dominios y pueden fomentar el pensamiento creativo: «Quienes discuten la integración de ideas de diversos campos como base de la superdotación creativa no preguntan «¿quién es creativo?» sino «¿cuál es la base del pensamiento creativo?». Desde la perspectiva de la polimatía, la superdotación es la capacidad de combinar ideas dispares (o incluso aparentemente contradictorias), conjuntos de problemas, habilidades, talentos y conocimientos de forma novedosa y útil. La polimatía es, por tanto, la principal fuente del potencial creativo de cualquier individuo» (R. Root-Bernstein, 2009, p. 854). En «Life Stages of Creativity», Robert y Michèle Root-Bernstein sugieren seis tipologías de etapas vitales creativas. Estas tipologías, basadas en registros reales de producción creativa, fueron publicadas por primera vez por Root-Bernstein, Bernstein y Garnier (1993).

  • El tipo 1 representa a las personas que se especializan en el desarrollo de un talento principal en una etapa temprana de la vida (por ejemplo, los prodigios) y explotan con éxito ese talento de forma exclusiva durante el resto de sus vidas.
  • Los individuos del tipo 2 exploran una serie de actividades creativas diferentes (por ejemplo, a través de worldplay o una variedad de pasatiempos) y luego se asientan en la explotación de uno de ellos para el resto de sus vidas.
  • Las personas del tipo 3 son polimáticas desde el principio y se las arreglan para hacer malabares con múltiples carreras simultáneamente para que su patrón de creatividad sea constantemente variado.
  • Los creadores del tipo 4 son reconocidos tempranamente por un talento importante (por ejemplo, las matemáticas o la música) pero pasan a explorar salidas creativas adicionales, diversificando su productividad con la edad.
  • Los creadores del tipo 5 se dedican en serie a un campo creativo tras otro.
  • Las personas del tipo 6 desarrollan habilidades creativas diversificadas desde el principio y luego, como los individuos del tipo 5, las exploran en serie, de una en una.
    • Por último, sus estudios sugieren que entender la polimatía y aprender de los ejemplares polimáticos puede ayudar a estructurar un nuevo modelo de educación que promueva mejor la creatividad y la innovación: «debemos centrar la educación en principios, métodos y habilidades que les sirvan para aprender y crear a través de muchas disciplinas, múltiples carreras y etapas vitales exitosas» (R. Root-Bernstein & M. Root-Bernstein, 2017, p. 161).

      Peter BurkeEditar

      Peter Burke, profesor emérito de Historia de la Cultura y miembro del Emmanuel College de Cambridge, ha tratado el tema de la polimatía en algunos de sus trabajos. Ha presentado un amplio panorama histórico de la ascensión y el declive del polímata como, lo que él llama, una «especie intelectual» (véase Burke, 2020, 2012; 2010).

      Observa que en la época antigua y medieval, los eruditos no tenían que especializarse. Sin embargo, a partir del siglo XVII, el rápido aumento de los nuevos conocimientos en el mundo occidental -tanto por la investigación sistemática del mundo natural como por el flujo de información procedente de otras partes del mundo- hacía cada vez más difícil que los académicos individuales dominaran tantas disciplinas como antes. Así, se produjo un retroceso intelectual de la especie de los polímatas: «del conocimiento en todos los campos al conocimiento en varios campos, y de hacer contribuciones originales en muchos campos a un consumo más pasivo de lo que han aportado otros» (Burke, 2010, p. 72).

      Dado este cambio en el clima intelectual, desde entonces ha sido más común encontrar «polímatas pasivos», que consumen conocimiento en varios dominios pero se hacen famosos en una sola disciplina, que «polímatas propiamente dichos», que -mediante una hazaña de «heroísmo intelectual»- logran hacer contribuciones serias a varias disciplinas.

      Sin embargo, Burke advierte que en la era de la especialización, las personas polimáticas son más necesarias que nunca, tanto para la síntesis -para pintar el cuadro completo- como para el análisis. Dice: «Se necesita un polímata para ‘prestar atención a la brecha’ y llamar la atención sobre los conocimientos que, de otro modo, podrían desaparecer en los espacios entre las disciplinas, tal y como se definen y organizan actualmente» (Burke, 2012, p. 183).

      Por último, sugiere que los gobiernos y las universidades deberían alimentar un hábitat en el que esta «especie en peligro de extinción» pueda sobrevivir, ofreciendo a los estudiantes y académicos la posibilidad de trabajar de forma interdisciplinar.

      Kaufman, Beghetto y sus colegasEditar

      James C. Kaufman, de la Escuela de Educación Neag de la Universidad de Connecticut, y Ronald A. Beghetto, de la misma universidad, investigaron la posibilidad de que todo el mundo pudiera tener el potencial de la polimatía, así como la cuestión de la generalidad o especificidad de dominio de la creatividad.

      Basándose en su anterior modelo de las cuatro «c» de la creatividad, Beghetto y Kaufman propusieron una tipología de la polimatía, que va desde la omnipresente mini-polimatía hasta la eminente pero rara polimatía «Big-C», así como un modelo con algunos requisitos para que una persona (polímata o no) sea capaz de alcanzar los niveles más altos de realización creativa. En este sentido, se han establecido tres requisitos generales -inteligencia, motivación para ser creativo y un entorno que permita la expresión creativa- que son necesarios para que cualquier intento de creatividad tenga éxito. Luego, dependiendo del ámbito elegido, se requerirán habilidades más específicas. Cuanto más coincidan las habilidades y los intereses de una persona con los requisitos de un ámbito, mejor. Mientras que algunos desarrollarán sus habilidades y motivaciones específicas para dominios concretos, las personas polimáticas mostrarán una motivación intrínseca (y la capacidad) para dedicarse a una variedad de temas en diferentes dominios.

      En cuanto a la interacción de la polimatía y la educación, sugieren que en lugar de preguntarse si todos los estudiantes tienen potencial multicreativo, los educadores podrían alimentar más activamente el potencial multicreativo de sus alumnos. Como ejemplo, los autores citan que los profesores deberían animar a los estudiantes a establecer conexiones entre disciplinas, a utilizar diferentes formas de medios para expresar su razonamiento/comprensión (por ejemplo, dibujos, películas y otras formas de medios visuales).

      Bharath SriramanEditar

      Bharath Sriraman, de la Universidad de Montana, también investigó el papel de la polimatía en la educación. Plantea que una educación ideal debería alimentar el talento en el aula y permitir a los individuos dedicarse a múltiples campos de investigación y apreciar tanto las conexiones estéticas como estructurales/científicas entre las matemáticas, las artes y las ciencias.

      En 2009, Sriraman publicó un artículo en el que informaba de un estudio de tres años con 120 profesores de matemáticas en formación y derivó varias implicaciones para la educación previa a las matemáticas, así como para la educación interdisciplinaria. Utilizó un enfoque hermenéutico-fenomenológico para recrear las emociones, las voces y las luchas de los estudiantes mientras intentaban desentrañar la paradoja de Russell presentada en su forma lingüística. Descubrieron que los más comprometidos con la resolución de la paradoja también mostraban más rasgos de pensamiento polimático. Concluye sugiriendo que fomentar la polimatía en el aula puede ayudar a los estudiantes a cambiar creencias, descubrir estructuras y abrir nuevas vías para la pedagogía interdisciplinar.

      Michael ArakiEditar

      El Modelo de Desarrollo de la Polimatía (DMP)

      Michael Araki es profesor de la Universidade Federal Fluminense en Brasil. Buscó formalizar en un modelo general cómo se produce el desarrollo de la polimatía. Su Modelo de Desarrollo de la Polimatía (DMP) se presenta en un artículo de 2018 con dos objetivos principales: (i) organizar los elementos que intervienen en el proceso de desarrollo de la polimatía en una estructura de relaciones que se ajusta al enfoque de la polimatía como proyecto de vida, y (ii) proporcionar una articulación con otros constructos, teorías y modelos bien desarrollados, especialmente de los campos de la superdotación y la educación. El modelo, que fue diseñado para reflejar un modelo estructural, tiene cinco componentes principales: (1) antecedentes polimáticos, (2) mediadores polimáticos, (3) logros polimáticos, (4) moderadores intrapersonales y (5) moderadores ambientales.

      En cuanto a la definición del término polimatía, el investigador, a través de un análisis de la literatura existente, concluyó que aunque existen multitud de perspectivas sobre la polimatía, la mayoría de ellas constatan que la polimatía conlleva tres elementos centrales: amplitud, profundidad e integración.

      La amplitud se refiere a la exhaustividad, extensión y diversidad del conocimiento. Se contrapone a la idea de estrechez, especialización y restricción de los conocimientos propios a un dominio limitado. La posesión de un conocimiento exhaustivo en áreas muy dispares es una característica de los mayores polímatas.

      La profundidad se refiere a la acumulación vertical de conocimientos y al grado de elaboración o sofisticación de los conjuntos de la propia red conceptual. Al igual que Robert Root-Bernstein, Araki utiliza el concepto de diletantismo como contraposición a la idea de aprendizaje profundo que conlleva la polimatía.

      La integración, aunque no está explícita en la mayoría de las definiciones de polimatía, es también un componente central de la misma según el autor. La integración implica la capacidad de conectar, articular, concatenar o sintetizar diferentes redes conceptuales, que en personas no polimáticas podrían estar segregadas. Además, la integración puede darse a nivel de la personalidad, cuando la persona es capaz de integrar sus diversas actividades en un todo sinérgico, lo que también puede significar una integración psíquica (motivacional, emocional y cognitiva).

      Por último, el autor también sugiere que, a través de un enfoque psicoeconómico, la polimatía puede verse como un «proyecto de vida». Es decir, dependiendo del temperamento, las dotes, la personalidad, la situación social y las oportunidades (o la falta de ellas) de una persona, el proyecto de una autoformación polimática puede presentarse a la persona como más o menos seductor y más o menos factible de ser perseguido.

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