Contrariamente a la creencia popular, el mundo no se divide en «gente de gatos» y «gente de perros». Parece que los amantes de los animales que tienen corazón tanto para los felinos como para los caninos han logrado la hazaña de mantener a ambos en sus hogares en perfecta armonía. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué los perros y los gatos no se llevan bien?
En resumen: los gatos y los perros tienen serios problemas de comunicación, históricamente establecidos. Estos hacen que incluso un primer encuentro sea muy difícil. Por eso, entender dónde están sus diferencias y cómo se han desarrollado es un primer paso importante para ayudarles a ser amigos.
Por qué los perros y los gatos no se llevan bien: enemigos históricos
Para empezar, los primeros perros y gatos que se unieron al lado de los humanos hace muchos miles de años no eran las mascotas domesticadas que conocemos ahora.
Sobre los perros: Los perros, descendientes de los lobos, eran muy sociables ya entonces. Aunque su principal motivación para permanecer cerca de nosotros era la comida, es posible que los perros también valoraran la compañía de sus primeros humanos. No obstante, hurgar en las sobras humanas siempre fue mucho más cómodo que tener que cazar.
Sobre los gatos: Para los gatos, descendientes del gato salvaje egipcio, la comida era lo único que querían de nosotros en un principio. Sus ancestros son animales muy solitarios. Los expertos todavía se preguntan, cómo unos animales tan tímidos pudieron convertirse en nuestros queridos leopardos de salón y leones de compañía.
Así que mientras los humanos tenían la ventaja de disfrutar de la compañía de ambos, los gatos y los perros siempre estaban en competencia por:
- los restos de comida
- las sobras y
- la atención
- Los gatos se saludan caminando directamente hacia el otro, con la cola levantada, se miran a los ojos y parpadean lentamente para indicar que no quieren hacer daño
- Los perros se saludan corriendo alrededor del otro, moviendo la cola y evitando el contacto visual para mostrar que vienen en son de paz
- Los gatos corren sobre todo cuando están asustados o en medio de una pelea de gatos
- ¡A los perros les encanta correr! Para ellos es una diversión y a menudo su forma de juego favorita
- Los gatos no suelen mover la cola, los azotan y sólo cuando son muy agresivos
- Los perros mueven la cola cuando están excitados o son amistosos
- Los gatos ronronean cuando están contentos o intentan aplacar a alguien
- Los perros no tienen un equivalente al ronroneo, para ellos suena como un gruñido y se interpreta como agresivo y amenazante
- Los gatos maúllan en todo tipo de situaciones, sobre todo para comunicarse con los humanos
- Los perros ladran sobre todo en situaciones negativas, cuando se sienten amenazados, aburridos, agresivos o ansiosos
Así que cuando te preguntes por qué los perros y los gatos no se llevan bien, ten en cuenta también sus raíces.
Dos lenguajes muy diferentes
¿Significa esto que los perros y los gatos simplemente se odian históricamente y no hay forma de cambiarlo? No. Esta antigua enemistad explica cómo las cosas llegaron a ser como son ahora. La verdadera razón de las dificultades entre perros y gatos reside en sus comportamientos fundamentalmente diferentes. Parece que éstos se han formado a lo largo de milenios de competencia. De ahí que los gatos y los perros hablen lenguajes totalmente diferentes. He aquí algunos ejemplos para comparar:
Comportamiento típico de los gatos |
Comportamiento típico de los perros |
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Perros y gatos conviviendo
Viendo estas listas, rápidamente queda claro por qué perros y gatos no se llevan bien y les cuesta tanto entenderse. Quizá ya estés familiarizado con la situación que se produce cuando un gato y un perro se encuentran por primera vez. Qué puedes esperar?
Cómo reaccionaría un gato
Imagina que tu perro quiere ser extra amistoso cuando saluda al nuevo gato que traes a casa. Se emociona, empieza a correr de un lado a otro, puede que incluso ladre y una vez que le sueltas la correa, corre hacia el gato de lado, mira hacia otro lado, olfatea el trasero del gatito y mueve la cola lo más fuerte que puede porque está muy contento y emocionado.
Atención: Al pobre gato le daría un infarto, pensando que tu perro está a punto de cazarlo y comérselo porque, para un gato, todo el comportamiento excitado y amistoso de tu perro parece amenazante y agresivo.
Cómo reaccionaría un perro
A la inversa para un perro. Probablemente se pondría muy nervioso si un gato viniera caminando hacia él lentamente, mirándole fijamente a los ojos. Este es un comportamiento que sólo se ve en los perros cuando están a punto de abalanzarse sobre el otro en una lucha a vida o muerte.
¿Te preocupa este tema? Entonces echa un vistazo a nuestros consejos adicionales sobre cómo hacer que un perro y un gato se lleven bien en 7 sencillos pasos!
¿Qué puedo hacer?
Probablemente ahora veas que la falta de comunicación entre perros y gatos es complicada. Pero no te preocupes, con algunos trucos, puedes entrenar fácilmente a felinos y caninos para que entiendan la forma de comunicarse del otro. Puedes leer todo sobre cómo conseguir que tu gato y tu perro se lleven bien desde el primer día aquí.
Aunque te esfuerces, al principio puede que al gato y al perro les cueste acostumbrarse el uno al otro. Puede que uno de ellos se asuste y salga corriendo. Otra posibilidad es que uno de ellos se ponga celoso y decida largarse un par de días. Con los rastreadores GPS de Tractive para perros y gatos, siempre podrá saber dónde están sus queridas mascotas. Lo más destacable es que tendrás una cosa menos de la que preocuparte en este momento tan delicado en el que perro y gato se conocen.
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