Prevención de la alergia al látex

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que una de cada 10 personas es sensible al látex de caucho natural. Entre las personas con alergia al látex, la exposición repetida al látex provoca una sensibilización y un mayor riesgo de reacciones alérgicas. Entre los grupos de alto riesgo de sensibilización al látex se encuentran los trabajadores sanitarios y los pacientes con exposiciones tempranas y repetidas al látex, como los bebés con espina bífida congénita que se someten a múltiples cirugías.

Las reacciones alérgicas al látex pueden ir desde erupciones cutáneas leves hasta un shock anafiláctico grave y potencialmente mortal. Dado que no existe una cura conocida para la alergia al látex, la única protección es evitar la exposición al látex. Los centros sanitarios han adoptado diversos enfoques para reducir la exposición de los trabajadores y los pacientes al látex. Entre ellos se encuentra la sustitución de productos de látex de caucho natural por otros de látex sintético como alternativa. Algunos centros han creado salas de procedimientos, quirófanos o carros de procedimientos especiales libres de látex, mientras que otros han intentado pasar a un hospital completamente libre de látex.

En 1997 entró en vigor una ley federal, modificada recientemente en 2014, que exige que los productos médicos y los envases con látex de caucho natural lleven una declaración en la etiqueta. «Precaución: Este producto contiene látex de caucho natural que puede causar reacciones alérgicas». Sin embargo, no se exige que los productos lleven la etiqueta «libre de látex», por lo que crear un entorno libre de látex puede resultar un reto. Muchos hospitales han utilizado el término «seguro para el látex» para describir los entornos diseñados para los pacientes y el personal sensibles al látex, reconociendo que es posible que no se haya eliminado todo el látex.

Las reacciones graves al látex y los problemas de salud relacionados entre las personas sensibles al látex pueden minimizarse o prevenirse con un conocimiento profundo de los riesgos de las alergias al látex y la aplicación de estrategias para reducir estos riesgos.

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