Prolapso del recto y el ano en gatos

Prolapso rectal y anal en gatos

El prolapso anal o rectal es una condición en la que una o más capas del recto del gato se desplazan a través del ano, la abertura que permite que los residuos digestivos salgan del cuerpo. Puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo trastornos del sistema digestivo, urinario o genital.

Aunque los gatos de cualquier género, edad o raza pueden verse afectados por este trastorno, el gato Manx parece ser más propenso a las condiciones. Si desea saber cómo afectan estos trastornos a los perros, visite esta página en la biblioteca de salud de PetMD.

Síntomas y tipos

El prolapso rectal se produce cuando todas las capas del tejido anal/rectal, junto con el revestimiento del recto, sobresalen a través del orificio anal externo. La protrusión del revestimiento rectal a través del orificio anal externo, por su parte, se denomina únicamente prolapso anal.

Los gatos con prolapso rectal demostrarán un esfuerzo persistente al evacuar las heces (o defecar). En un prolapso incompleto, una pequeña porción del revestimiento del recto será visible durante la excreción, después de lo cual disminuirá. En un prolapso completo, habrá una masa persistente de tejido que sobresale del ano del gato. En las fases crónicas del prolapso completo, este tejido puede tener un aspecto negro o azul.

Causas

Un gato puede desarrollar un prolapso rectal o anal si se esfuerza al defecar, o si se somete a una cirugía en los órganos digestivos inferiores. Otros factores que contribuyen a estas dos afecciones son:

  • Trastornos del sistema digestivo que provocan diarrea, esfuerzo al defecar, presencia de gusanos u otros parásitos en el sistema digestivo, e inflamación del intestino delgado o grueso
  • Trastornos del sistema urinario y genital, como inflamación o agrandamiento de la próstata, inflamación de la vejiga, cálculos urinarios, y procesos de parto o nacimiento anormales
  • Estreñimiento crónico, presencia de protuberancias en forma de saco en el intestino, tumores rectales o anales, o desviación del recto de su posición habitual
    • Diagnóstico

      Su veterinario realizará un examen físico completo de su gato, incluyendo un perfil químico de la sangre y un recuento sanguíneo completo. Los resultados suelen ser normales, aunque puede haber niveles elevados de glóbulos blancos, similares a los que se observan cuando hay una infección. Un análisis de muestras de heces puede revelar la presencia de parásitos.

      Otros procedimientos de diagnóstico incluyen radiografías o ecografías de la zona abdominal, que pueden demostrar una próstata grande, cuerpos extraños, engrosamiento de las paredes de la vejiga o cálculos renales.

      Su médico también realizará un examen rectal manual para palpar masas de tejido desplazadas. Durante el examen patológico del tejido (para la biopsia), éste puede aparecer hinchado, y rezuma sangre roja cuando se incide. El tejido, si está muerto, aparece de color púrpura oscuro o negro y rezuma sangre azulada cuando se incide.

      Tratamiento

      Si su gato tiene una infección bacteriana o vírica concurrente, o una infestación parasitaria, su veterinario tendrá que tratarla primero con un antibiótico o medicamento antiparasitario adecuado. Una vez identificada y tratada la causa subyacente del prolapso, su veterinario deberá primero disminuir la hinchazón y devolver el tejido desplazado a su ubicación correcta dentro del ano del gato.

      Esto puede hacerse manualmente realizando un suave masaje en la zona, o utilizando geles lubricantes o agentes tópicos (por ejemplo, una solución de dextrosa al 50 por ciento), que ayuda a reducir la hinchazón. Se puede administrar un agente anestésico para aliviar el dolor y las molestias. El anestésico más utilizado es una epidural; sin embargo, su veterinario tomará su decisión basándose en las necesidades individuales de su gato.

      A continuación, su veterinario puede optar por suturar el tejido que sobresale en su lugar adecuado para mantener el tejido en su sitio y evitar la reaparición de un prolapso. Las suturas de cordón son la opción más probable para este procedimiento, y los puntos se dejarán sueltos para permitir la excreción.

      En el caso de la colocación de suturas de cordón, tendrá que alimentar a su gato con una dieta baja en residuos hasta que se retiren los puntos, para reducir el esfuerzo y la incomodidad durante la evacuación de los residuos. El médico también puede recetar ablandadores de heces, para conseguir el mismo resultado.

      Si se descubre que el trastorno está más profundo en el canal rectal del gato, el intestino puede requerir una reparación quirúrgica.

      Vida y manejo

      Hay que estar atento a las recidivas del tejido prolapsado, especialmente si no se eliminó la causa subyacente. Vigile el lugar en el que el gato fue operado durante los primeros cinco a siete días, ya que existe la posibilidad de que se parta y se vuelva a abrir, especialmente cuando el gato defeca.

      Después de la cirugía, también existe la posibilidad de que su gato pierda el control sobre la vejiga y el intestino, y tenga «accidentes» involuntarios. Su mascota puede sentirse tan perturbada como usted cuando se produce un «accidente». Colocar la caja de arena cerca de la zona de descanso de su gato puede ayudar a evitar cualquier accidente o estrés relacionado.

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