Definición de prosodia
La prosodia es una técnica literaria que estudia la métrica, la entonación y el ritmo de una obra poética. Es un término fonético que utiliza la métrica, el ritmo, el tempo, el tono y la sonoridad en un discurso para transmitir información sobre los significados y la estructura de un enunciado. Además, la prosodia es un elemento importante del lenguaje que contribuye a los efectos rítmicos y acústicos de un escrito. Incluye diferentes elementos, como la escansión, el sonido, el ritmo y el significado.
Tipos de Prosodia
Hay cuatro patrones métricos prosódicos distinguibles, que son:
- Prosodia silábica – La prosodia silábica cuenta un número fijo de sílabas en cada línea, mientras que el acento, el tono y la cantidad juegan un papel secundario.
- Prosodia acentual – La prosodia acentual mide sólo los acentos o tensiones en un verso, mientras que el número total de sílabas puede variar en una línea. Es muy común en los versos germánicos, del inglés antiguo y del inglés moderno.
- Prosodia acentual-silábica – La prosodia acentual-silábica cuenta tanto el número de sílabas como de acentos en cada línea. La encontramos comúnmente en la poesía inglesa.
- Prosodia cuantitativa – La prosodia cuantitativa no mide el número de sílabas, sino que depende de la duración de las mismas. Esto puede ser determinado por la cantidad de tiempo utilizado en la pronunciación, como un poema de verso libre que consiste en líneas no medidas. Encontramos este tipo de prosodia en la poesía romana y griega clásica, y sólo muy raramente en la poesía inglesa.
Ejemplos de prosodia en la literatura
Ejemplo #1: In My Craft or Sullen Art (By Dylan Thomas)
«En mi oficio o arte huraño
Ejercido en la noche tranquila
Cuando sólo la luna ruge
Y los amantes yacen abatidos
Con todas sus penas en sus brazos,
Trabajo cantando la luz …
Pero por el salario común
de su corazón más secreto.»
Este extracto es un ejemplo de verso silábico, que contiene un número constreñido o fijo de sílabas. Aquí, en este poema cada verso consta de siete sílabas, excepto el verso final. Sin embargo, no sigue un patrón acentuado consistente.
Ejemplo #2: qué pasaría si un mucho de un que de un viento (Por E. E. Cummings)
«¿y si un mucho de un viento
dara la verdad a la mentira del verano;
sangrara con hojas vertiginosas el sol
y arrancara estrellas inmortales?
Sopla al rey en mendigo y a la reina en apariencia
(sopla al amigo en el demonio: sopla al espacio en el tiempo)
-cuando los cielos se ahorquen y los océanos se ahoguen,
el único secreto seguirá siendo el hombre…»
Este poema presenta un buen ejemplo de verso acentual, en el que el número de sílabas acentuadas se mantiene constante en cuatro. Están subrayadas arriba, pero el número total de sílabas en cada verso no permanece constante y cambia de siete a diez.
Ejemplo #3: A mi querido y amoroso esposo (Por Anne Bradstreet)
«Si alguna vez dos fueron uno, entonces seguramente nosotros.
Si alguna vez el hombre fue amado por la esposa, entonces tú;
Si alguna vez la esposa fue feliz en un hombre,
Comparad conmigo, mujeres, si podéis.
Aprecio tu amor más que minas enteras de oro…»
Este poema es un ejemplo perfecto de verso acentual-silábico, que se centra tanto en el número de sílabas, como en el número de acentos en cada línea poética. Este poema en pentámetro yámbico es uno de los mejores ejemplos de verso silábico acentual, ya que contiene cinco yemas en cada línea, y sigue un patrón silábico estrictamente medido.
Ejemplo #4: Eneida (De Virgilio)
«Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris…»
Este verso inicial de la Eneida de Virgilio es un modelo clásico de prosodia cuantitativa. Fíjate en el patrón de acentuación que es irregular. Como este tipo de prosodia no tiene sílabas medidas, mide el metro según la duración del tiempo para pronunciar un verso.
Función de la prosodia
La prosodia tiene múltiples funciones en la literatura. Por ejemplo, los poetas la incorporan en cuestiones como el fraseo sintáctico, la segmentación de las palabras, la oración, la acentuación, el estrés y las distinciones fonológicas. En general, los autores la utilizan para producir efectos rítmicos y acústicos tanto en poesía como en prosa. Sin embargo, tiene funciones expresivas y pragmáticas, porque una determinada frase en una perspectiva determinada expresa algo más que sus significados lingüísticos.
Un contenido expresivo puede ser la identidad de un hablante, su estado de ánimo, su edad, su sexo y otros rasgos extralingüísticos. La función pragmática de la prosodia abarca la actitud del hablante y del oyente, y proporciona la relación entre un hablante y su discurso. También refleja diferentes rasgos de un hablante y su enunciado, el estado emocional, la forma del enunciado, la presencia de sarcasmo o ironía y el énfasis.