Respuesta rápida: SÍ
Ducharse cuando estás resfriado puede ser una experiencia refrescante y energizante.
Cómo potenciar los beneficios de la ducha cuando estás resfriado.
- Utiliza productos repletos de aceites esenciales.
Los aceites esenciales se han utilizado históricamente como una forma de medicina alternativa. Extraídos de las plantas, los aceites esenciales pueden utilizarse para la aromaterapia o aplicarse sobre la piel para captar la esencia y los beneficios de la planta. Aquí están nuestros aceites favoritos para usar cuando estás resfriado:
- Aceite de eucalipto – Conocido por sus beneficios antifúngicos y antibacterianos para alejar los gérmenes que conducen a la enfermedad. El eucalipto también ayuda a aliviar la congestión en el pecho y la nariz y a combatir la tos, los estornudos y la congestión nasal abriendo las vías respiratorias.
- Aceite de menta: es capaz de aliviar los dolores de cabeza por tensión y el dolor y también puede proporcionar alivio de la congestión de los senos nasales y el resfriado. La menta también es un impulso de energía natural que puede ayudar a mejorar el enfoque y la concentración que es especialmente importante para ayudar a levantar de su nubosidad enfermo.
- Extracto de pino – Elogiado por su capacidad para aliviar la congestión y relajar el cuerpo.
- Ayuda a reforzar tu sistema inmunológico jugando con la temperatura del agua y las curas de agua.
- Rutina matutina: una ducha fría o tibia por la mañana pone en marcha la circulación.
- Rutina vespertina – Una ducha caliente por la noche reduce la presión arterial y ayuda a tu cuerpo a adaptarse a un estado de relajación y cansancio.
- Tratamientos fríos/calientes – Incluso puede poner en forma su sistema inmunológico con duchas frías, duchas de contraste cambiando entre técnicas de ducha fría y caliente y afusiones Kneipp. Consulta nuestras diferentes Curas de Agua.
Las duchas son típicamente identificadas como beneficiosas debido a su capacidad para limpiar y refrescar el cuerpo y la mente. Pero hay muchos beneficios adicionales de ducharse, como ayudar a reforzar el sistema inmunológico y combatir los síntomas del resfriado y la gripe.
Si tiene temperatura o fiebre, simplemente es demasiado tarde para intentar fortalecer el sistema inmunológico con técnicas de ducha. En estos casos, por lo general, debe evitar las duchas por completo. La temperatura de su cuerpo fluctúa cuando su sistema inmunológico está debilitado, lo que pone una tensión adicional en las defensas del cuerpo. Estos cambios de temperatura también modifican la circulación del cuerpo, lo que desencadena el estrés. La cortisona es la culpable: la libera y suprime el sistema inmunitario. Una ducha tibia le ayudará a estabilizar la temperatura de su cuerpo y a disminuir la tensión que su cuerpo está experimentando activamente mientras lucha contra la enfermedad.