Los puentes de arco son uno de los tipos más antiguos de puentes y han existido durante miles de años. Los puentes de arco tienen una gran fuerza natural.
Originalmente se construían con piedra o ladrillo, pero hoy en día se construyen con hormigón armado o acero. La introducción de estos nuevos materiales permite que los puentes de arco sean más largos y con vanos más bajos.
En lugar de empujar hacia abajo, la carga de un puente de arco se lleva hacia fuera a lo largo de la curva del arco hasta los soportes de cada extremo. El peso se transfiere a los apoyos de cada extremo.
Estos apoyos, llamados estribos, soportan la carga y evitan que los extremos del puente se extiendan.
La carga en la parte superior de la piedra clave hace que cada piedra del arco del puente presione a la de al lado. Esto sucede hasta que el empuje se aplica a los soportes finales o estribos, que están encajados en el suelo. | |
El suelo alrededor de los estribos se aprieta y empuja hacia atrás en los estribos. |
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Para cada acción hay una reacción igual y opuesta. El suelo que empuja hacia atrás en los pilares crea una resistencia que pasa de piedra en piedra, hasta que acaba empujando la piedra clave que soporta la carga. |
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Ejemplo de un puente en arco que salva un gran desnivel. | |