Pétigo: Consejos para el tratamiento y la prevención

Los síntomas del impétigo son llagas costrosas de color miel que suelen aparecer en la cara entre el labio superior y la nariz. Las erupciones consisten en manchas rojas o ampollas que se rompen, supuran y se enquistan. Las personas con impétigo no deben rascarse las llagas porque pueden propagar inadvertidamente la infección a otras partes del cuerpo.

Causas del impétigo

El impétigo suele afectar a los niños en edad preescolar y escolar, especialmente durante el verano. Este tipo de infección tiene especial preferencia por la piel que ha sido afectada por otros problemas cutáneos, como el eczema, la hiedra venenosa o una alergia cutánea al jabón.

Esta infección cutánea está causada por una de dos bacterias: el estreptococo del grupo A, que es la bacteria también responsable de la faringitis estreptocócica, o el estafilococo. Si el impétigo está causado por el estreptococo, empezará con pequeñas ampollas que acabarán por salir revelando pequeñas manchas húmedas de piel roja. Poco a poco, una costra de color bronceado o marrón amarillento cubrirá la zona afectada dando la apariencia de estar recubierta de miel. Si la causa es el estafilococo, las personas notarán ampollas más grandes que parecen contener un líquido claro. Estas ampollas permanecen intactas durante un periodo de tiempo más largo en comparación con las más pequeñas.

El impétigo es muy contagioso y a menudo comienza cuando un pequeño corte o rasguño se infecta.

El impétigo es muy contagioso. Los niños pueden propagar esta infección de la piel de una zona del cuerpo a otra tocando la zona infectada y luego tocando otras partes de su cuerpo. La infección también puede propagarse a otros miembros de la familia a través de la ropa, las toallas y las sábanas que han estado en contacto con la persona infectada. Los compañeros de clase y de juego también corren un alto riesgo de contagio al entrar en contacto con la persona infectada o con cualquier cosa que ésta haya tocado.

Tratamiento y prevención

Aunque el impétigo no es peligroso, pueden surgir complicaciones, como cicatrices, daños en los riñones y celulitis, una infección potencialmente grave que podría poner en peligro la vida si no se trata. Sin embargo, con la atención médica adecuada, el impétigo puede tratarse fácilmente.

La forma más importante en que los padres pueden prevenir el impétigo es manteniendo limpia la piel de sus hijos. Los médicos osteópatas (DO) recomiendan dar a su hijo baños o duchas diarias con jabón antibacteriano y agua tibia. Dicen que hay que prestar especial atención a las zonas de la piel con cortes o rasguños, así como a las erupciones en la piel.

Si el impétigo no mejora al cabo de tres días o si aparecen nuevas zonas infectadas, hay que llamar al médico inmediatamente. Si no se atiende, esta infección puede causar problemas graves, como dolor, hinchazón, sensibilidad de las zonas infectadas, secreción de pus o fiebre.

Remedios caseros

Si las zonas infectadas son relativamente pequeñas, los DO sugieren probar este sencillo remedio casero:

  • Mojen la zona infectada en agua tibia durante 15 o 20 minutos.
  • Frotar suavemente la zona con una toallita y jabón antibacteriano.
  • Aplicar pomadas antibióticas.
  • Cubrir la zona con una gasa o un vendaje de plástico suelto, si es posible.
    • Prevenir la propagación del impétigo

      Uno de los principales problemas del impétigo es evitar que se propague. Por ejemplo, cuando su hijo tenga goteo nasal, mantenga limpia la zona entre el labio superior y la nariz. La nariz suele ser la fuente de gérmenes del impétigo. Los médicos recomiendan extender una fina capa de pomada antibacteriana bajo la nariz, así como aplicarla en las fosas nasales con un bastoncillo. Estas precauciones pueden ayudar a erradicar las bacterias que causan la infección.

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