¿Está seguro del diagnóstico?
Hallazgos característicos en la exploración física
La púrpura actínica, también conocida como púrpura de Bateman o púrpura senil, se debe a la rotura de las delicadas paredes de los vasos sanguíneos, dando lugar a una púrpura eritematosa que se observa con mayor frecuencia en el dorso de las manos en poblaciones de edad avanzada . La púrpura actínica también puede observarse en las extremidades superiores (figura 1). La exploración física revelará una piel delgada y frágil, que tiene una mayor tendencia a la aparición de hematomas y desgarros.
Resultados esperados de los estudios diagnósticos
La histopatología consiste en rasgos de envejecimiento de la piel que incluyen aplanamiento de la unión dermo-epidérmica, disminución de las fibras elásticas, fibroblastos y colágeno, así como adelgazamiento de la vasculatura dérmica.
Confirmación del diagnóstico
El diagnóstico diferencial incluye:
Púrpura palpable (inflamación más hemorragia)
Púrpura retiforme no inflamatoria (como coagulación intravascular diseminada)
Púrpura inflamatoria-púrpura palpable clásica debida a vasculitis leucocitoclástica
El diagnóstico diferencial de la equimosis incluye:
Uso de esteroides (tópicos o sistémicos)
Deficiencia de vitamina C (escorbuto)
Amiloidosis sistémica
Síndrome de Ehler-Danlos
¿Quién tiene riesgo de desarrollar esta enfermedad?
Las personas de mediana edad y la población anciana están en riesgo. Se cree que la púrpura actínica es más común en los hombres. Los individuos con exposición crónica al sol y/o el uso prolongado de corticosteroides (tópicos y sistémicos), también son más susceptibles a la púrpura actínica. Un estudio menciona la deficiencia de zinc como posible etiología de un mayor riesgo de desarrollar púrpura actínica.
¿Cuál es la causa de esta enfermedad?
La púrpura actínica está causada por el envejecimiento de la piel, tanto intrínseco como solar, y puede ocurrir con o sin traumatismo cutáneo.
Implicaciones y complicaciones sistémicas
Se trata de una enfermedad benigna del envejecimiento y no se han descrito implicaciones y complicaciones sistémicas.
Opciones de tratamiento
Terapias médicas (el objetivo es prevenir un mayor envejecimiento de la piel)
Retinoides tópicos
La teoría es engrosar la dermis y mejorar el aspecto general de la piel. Sin embargo, el riesgo de dermatitis por retinoides puede superar los beneficios. Crema de Retin A 0,1% aplicada una vez al acostarse según la tolerancia; se necesitan al menos 3 meses de tratamiento para ver algún efecto.
Vitaminas tópicas C, E, K
Las vitaminas C y E son antioxidantes y se cree que ofrecen cierta salvaguarda y reversión del fotodaño; se cree que la vitamina K tópica ofrece cierto alivio contra la gravedad de los hematomas; sin embargo, se necesitan más estudios para apoyar estas afirmaciones.
Alfa hidroxiácidos (AHAs)
Remedios herbales como el árnica y la bromelina- se necesitan más estudios para evaluar completamente la eficacia en la reducción de la severidad de los hematomas cuando se utilizan estos tratamientos.
Terapia hormonal tópica (es decir, cremas de DHEA y progesterona)
Los resultados son prometedores en el uso de estos tratamientos, sin embargo, se necesitan más estudios para examinar plenamente la seguridad y los beneficios de estas terapias.
Terapias quirúrgicas
Apligraf
Un informe de caso describe este procedimiento extremo en el que se extirpa primero la piel afectada antes de colocar el injerto. El aumento del riesgo en el tratamiento de una condición tan benigna puede ser difícil de justificar, a menos que exista un problema significativo, como heridas e infecciones recurrentes.
Otras modalidades, como los peelings químicos, la dermoabrasión, el rejuvenecimiento con láser, el rejuvenecimiento con láser no ablativo y los rellenos, se utilizan a veces para camuflar las venas y la púrpura del dorso de las manos. Hay artículos que sugieren estas opciones de tratamiento; sin embargo, los riesgos no superan los beneficios en este trastorno benigno.
Abordaje terapéutico óptimo para esta enfermedad
Dado que la púrpura actínica es una condición benigna y que las lesiones de la púrpura actínica pueden migrar, junto con el éxito limitado con cualquier modalidad, el tratamiento no se considera necesario sino más bien cosmético.
Se han probado intentos de aumentar el grosor dérmico con retinoides tópicos y AHAs con beneficios mínimos. Otros agentes tópicos como la vitamina C y K, se han probado con beneficios limitados reportados. Se han probado procedimientos como las inyecciones de ácido hialurónico o hidroxiapatita de calcio en el dorso de las manos para camuflar la púrpura; los hematomas secundarios a las inyecciones pueden anular los posibles beneficios. El rejuvenecimiento con láser, así como los peelings químicos y la microdermoabrasión tienen un éxito limitado.
Manejo del paciente
Minimizar la exposición al sol
Asegurar el uso constante de protectores solares
Hidratación de la piel
Dieta saludable para asegurar una nutrición adecuada
Minimizar los traumatismos (por ejemplo, las espinilleras pueden ser útiles para proteger las piernas del desarrollo de lesiones ulcerosas)
Escenarios clínicos inusuales a tener en cuenta en el manejo del paciente
No se conoce ninguno.
¿Cuál es la evidencia?
Banta, MN, Kirsner, RS. «Modulación de la piel enferma con ingeniería de tejidos: púrpura actínica tratada con apligraf». Dermatol Surg. vol. 28. 2002. pp. 1103-6. (Informe de un caso de un varón blanco de 77 años que presentaba púrpura actínica, fácil aparición de hematomas y heridas recurrentes en su antebrazo izquierdo. Se le extirpó una sección de espesor parcial del antebrazo izquierdo y se sustituyó por Apligraf fenestrado. Se curó bien en el postoperatorio y no experimentó nuevos desgarros, hemorragias o traumatismos en el lugar injertado después de 15 meses.)
El-Alfy, M, Deloche, C, Azzi, L. «Skin responses to topical dehydroepiandrosterone: implications in antiageing treatment?». Br J Dermatol. vol. 163. 2010. pp. 968-76. (Estudio prospectivo, aleatorizado y controlado con placebo en 75 mujeres posmenopáusicas que se aplicaron crema tópica de DHEA (de 0,1-2%) dos veces al día en varias zonas del cuerpo durante 13 semanas. Los resultados mostraron que este tratamiento tiene el potencial de ser un tratamiento antienvejecimiento eficaz en el futuro. Los resultados específicos incluyen un aumento de la expresión del receptor de andrógenos, de la proteína de choque térmico 37 y del ARNm del procolágeno 1 y 3 en la dermis.)
Haboubi, NY, Haboubi, NA, Gyde, O. «Zinc deficiency in senile purpura». J Clin Pathol. vol. 38. 1985. pp. 1189-91. (Cuarenta pacientes geriátricos se dividieron en dos grupos (con y sin púrpura) y se emparejaron por edad. Los resultados mostraron que los niveles de zinc en plasma en ayunas eran más bajos en los que tenían púrpura senil, que en los que no la tenían.)
Holzer, G, Riegler, E, Honigsmann, H. «Effects and side-effects of 2% progesterone cream on the skin of peri- and post menopausal women: results from a double-blind, vehicle-controlled, randomized study». Br J Dermatol. vol. 153. 2005. pp. 626-34. (Los resultados mostraron un aumento significativo de la elasticidad y la firmeza en el grupo de tratamiento.)
Lawrence, N. » New and emerging treatments for photoaging». Dermatol Clin. vol. 18. 2000. pp. 99-112. (Revisión en profundidad de los cambios histológicos, los cambios clínicos y los tratamientos (incluyendo la vitamina C, la vitamina D, las hormonas y los alfahidroxiácidos mencionados anteriormente) para el fotoenvejecimiento.)
Lewis, AB, Gendler, EC. «Resurfacing con agentes tópicos». Semin Cutan Med Surg. vol. 15. 1996. pp. 139-44. (Revisa los tratamientos para el envejecimiento de la piel; incluye una discusión sobre la vitamina C y la terapia hormonal tópica.)
Seeley, BM, Denton, AB, Ahn, MS, Maas, CS. «Effect of homeopathic arnica montana on brusing in face-lifts». Arch Facial Plast Surg. vol. 8. 2006. pp. 54-9. (Estudio doble ciego de 29 pacientes sometidos a ritidectomía que fueron tratados perioperatoriamente con árnica o placebo. En general, los resultados mostraron que los pacientes que tomaban árnica tenían menos equimosis que el placebo.)
Shah, NS, Lazarus, MC, Bugdodel, R. «The effects of topical vitamin K on bruising after laser treatment». J Am Acad Dermatol. vol. 47. 2002. pp. 241-4. (Estudio doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo de 22 pacientes divididos en 2 grupos; el grupo 1 aplicó crema de vitamina K en la mitad de la cara y crema con vehículo en la otra mitad dos veces al día durante 2 semanas antes del tratamiento con PDL; el grupo 2 aplicó crema de vitamina K en la mitad de la cara y crema con placebo en la otra mitad dos veces al día durante 2 semanas después del tratamiento con PDL. Los resultados mostraron que la aplicación de vitamina K antes del tratamiento con láser no redujo los hematomas, sin embargo los pacientes que se aplicaron vitamina K después del tratamiento con láser sí demostraron una reducción significativa de la gravedad de los hematomas.)
Wong, HY. «Hipótesis: la púrpura senil es una característica pronóstica en pacientes de edad avanzada». Age Ageing. vol. 17. 1988. pp. 422-4. (Estudio geriátrico de los factores pronósticos de la púrpura senil (PS) en 1125 pacientes ancianos chinos. Los resultados mostraron un aumento exponencial de la púrpura senil con respecto a la edad y un mayor número de varones que padecen SP que de mujeres).