Parte de la nueva serie «Construyendo un mundo que funcione para todos»
Foto: iStock
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En mi trabajo en los medios de comunicación, como terapeuta y coach, ex vicepresidente de empresa y que cubre habitualmente temas sobre igualdad de género, liderazgo, cambio social, etc., he recibido miles de comentarios de personas de todo el mundo. Comparten abiertamente su amplia gama de creencias y opiniones sobre la igualdad de género, las mujeres y los hombres en la vida y los negocios, y el feminismo.
En honor al Día Internacional de la Mujer de hoy y su tema #BeBoldForChange, me gustaría compartir mi opinión personal sobre lo que significa el feminismo en su núcleo, y por qué tantos hombres y mujeres en nuestro mundo todavía lo odian y se resisten ferozmente.
Para saber más sobre este tema, echa un vistazo a mi vídeo de Facebook Live en el que comparto mis sinceros puntos de vista:
Al explorar los últimos datos de todo el mundo sobre la igualdad de género, y si leemos alguna noticia o participamos en la actividad de los medios sociales, lo siguiente está muy claro: hoy en día hay una enorme disensión y un vehemente desacuerdo entre las personas de todo el mundo sobre el estado y la importancia de la igualdad.
He visto esto:
– Hay millones de personas que tanto interiormente como exteriormente no apoyan la idea de que debe haber igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres
– Hay miles de personas que creen que ya hemos llegado a la igualdad para hombres y mujeres.
– También hay miles de personas que creen que no estamos en absoluto allí todavía, y apoyan los esfuerzos continuos para allanar el camino hacia la igualdad de derechos para hombres y mujeres.
– Hay miles de personas que creen en la igualdad de derechos, pero encuentran que el «feminismo» es una palabra y un movimiento que no se alinea con sus creencias o valores personales
– Está muy claro que nuestras opiniones específicas sobre estos temas están profundamente arraigadas en nuestras propias experiencias personales y directas, más que en cualquier dato, investigación o ciencia que rodee los temas. (En otras palabras, si nos hemos enfrentado personalmente a la discriminación, sabemos sin duda que existe. Pero si no nos hemos enfrentado a ella nosotros mismos, a menudo dudamos de que ocurra.)
– Por último, los prejuicios de género, tanto conscientes como inconscientes, proliferan dentro de nosotros, pero la mayoría no somos conscientes de ello
Entonces, ¿qué sería útil en este diálogo, o en esta situación en la que nos encontramos hoy en día en la que hay una gran división entre hombres y mujeres, y entre la gente de nuestro país que ve las cosas de forma dramáticamente diferente entre sí?
Primero, entendamos qué es el feminismo.
Si buscas la definición de «feminismo» en el diccionario, verás estas afirmaciones:
El feminismo es:
1. La defensa de los derechos de las mujeres sobre la base de la igualdad de los sexos
2. La teoría de la igualdad política, económica y social de los sexos
3. La creencia de que los hombres y las mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades
4. La doctrina que aboga por los derechos sociales, políticos y todos los demás derechos de las mujeres iguales a los de los hombres
El feminismo, en su esencia, trata de la igualdad de hombres y mujeres, no de la «igualdad». Así que mucha gente ofrece el argumento de que las mujeres no son «iguales» a los hombres por lo que no puede haber igualdad. En otras palabras, debido a que sus cuerpos son diferentes (muchos dicen que son «más débiles» y más pequeños), y debido a que los hombres y las mujeres tienen diferentes capacidades físicas, estas diferencias físicas significan que la igualdad no es posible.
Es fundamental entender que «igual» no significa «igual». Aquí se trata de igualdad de derechos y de acceso a las oportunidades. Los hombres y las mujeres no tienen que ser «iguales» en lo físico para tener derecho a la igualdad. Me encantaría que ese argumento (que las mujeres y los hombres no son «iguales» por lo que no pueden serlo) desapareciera para siempre. Desde mi punto de vista, es un argumento erróneo.
He aquí un ejemplo de por qué: Si hubiera dos niños pequeños en una clase, y uno fuera físicamente más débil y pequeño que el otro, ¿creeríamos que es correcto impedir que el niño más débil y pequeño tenga el mismo acceso -al profesor, al aprendizaje, a los ordenadores, a los libros y recursos de la clase, a los demás niños de la clase- porque no tiene la misma fuerza física que el otro niño?
Entonces, ¿cómo podemos conseguir una comprensión más profunda de cuál es nuestra posición personal en el tema de la igualdad?
Hacerte estas preguntas y responderlas con sinceridad te acercará a reconocer lo que crees verdadera y honestamente:
1. Crees que las mujeres y los hombres merecen la igualdad de derechos y oportunidades? Si no es así, ¿por qué no, específicamente?
2. ¿Te opones a la idea de que todos los seres humanos del planeta merecen la igualdad de derechos y de acceso a todas las oportunidades? Si se opone, ¿qué le preocupa que ocurra si se logra la igualdad? Cuáles son los inconvenientes, a su modo de ver?
3. ¿Cree que sólo ciertos grupos de personas deberían tener acceso a ciertas oportunidades y derechos? Si es así, ¿a qué grupos se debería favorecer y conceder este acceso, y quién debería decidirlo?
4. ¿Cree que sería intrínsecamente justo conceder a las mujeres el acceso sólo a derechos parciales mientras los hombres tienen toda la gama de otros derechos y oportunidades?
5. Piensa en lo que ha conformado todas tus creencias sobre estos temas. ¿De dónde provienen específicamente? ¿De la infancia, de los primeros años de la vida adulta? ¿De tus experiencias personales con hombres y mujeres, o de lo que lees y ves en los medios de comunicación? ¿Quién de tu «tribu», familia o compañeros influye en tus creencias hoy en día?
6. ¿Qué te enfada y agita leer en los medios de comunicación, sobre los hombres, las mujeres y la igualdad?
7. ¿Crees que un mundo que impide a ciertas personas acceder a todos los derechos y oportunidades conduciría a un mundo justo, sano y próspero para todos?
8. Al final, ¿tus creencias te parecen realmente correctas? ¿Se sienten alineadas con lo que realmente eres: sano, íntegro, lleno de integridad, compasivo y justo?
La gran mayoría de las personas con las que hablo sí creen en la igualdad de derechos para hombres y mujeres, pero el conflicto se centra en cómo debe lograrse esa igualdad. Muchos se resisten a llamarse «feministas» o a apoyar el «movimiento» feminista. De hecho, hoy mismo, una mujer ha comentado en mi canal de YouTube que «el feminismo es un cáncer»
¿Por qué tantos odian el término feminismo y el movimiento feminista?
Creo que hay cinco razones críticas detrás de esto:
1. El feminismo se ha asociado con mujeres fuertes, contundentes y enfadadas, y nuestra sociedad sigue castigando a las mujeres contundentes. (Muchos datos e investigaciones recientes lo han demostrado)
2. Mucha gente teme que el feminismo signifique que los hombres acaben perdiendo – de poder, influencia, impacto, autoridad y control, y oportunidades económicas.
3. Mucha gente cree que las feministas quieren controlar el mundo y poner a los hombres por debajo.
4. Mucha gente teme que el feminismo anule las tradiciones consagradas, las creencias religiosas y los roles de género establecidos, y eso da miedo y está mal.
5. Mucha gente teme que el feminismo provoque cambios negativos en las relaciones, el matrimonio, la sociedad, la cultura, las dinámicas de poder y autoridad, y en las oportunidades empresariales, laborales y económicas, siempre y cuando las mujeres estén en igualdad de condiciones con los hombres.
¿Qué hay de la sexualidad: qué tiene que ver con el feminismo?
Al leer sobre el revuelo mediático por el hecho de que Emma Watson haya enseñado un poco de sus pechos en Vanity Fair este mes, vemos que las mujeres se pelean entre ellas sobre qué es el feminismo y cómo deben comportarse las mujeres si son verdaderas feministas. Emma (y Gloria Steinem) han hecho una afirmación muy poderosa: el feminismo, en su esencia, es una cuestión de elección. Las feministas pueden llevar lo que quieran. Si no podemos elegir libremente cómo comportarnos, hablar, actuar y presentarnos, entonces estamos retrocediendo.
Prejuicios de género inconscientes.
En la poderosa charla TEDx de mi amiga Kristen Pressner «¿Tienes prejuicios? I Am» comparte cómo su propio sesgo inconsciente contra las mujeres trabajadoras (de hecho, contra las mujeres que eran como ella) estaba afectando a su capacidad para tratar a hombres y mujeres por igual. Su valiente revelación allana el camino para que todos nosotros reflexionemos más profundamente sobre nuestros prejuicios inconscientes y trabajemos incansablemente para sacarlos a la luz. Su estrategia sugerida de «darle la vuelta para probarlo» es una herramienta eficaz para ayudarnos a hacer precisamente eso.
Al final, todos debemos honrar las creencias, los valores y los ideales que nos parecen correctos y buenos. Para ayudarnos a hacerlo, te pido que pienses en estas preguntas finales:
– ¿Tus creencias y comportamientos apoyan la igualdad para todos, o sólo para algunos?
– ¿Podría haber prejuicios ocultos que coloreen la forma en que experimentas a las personas de diferentes géneros, raza, color, religión, etc.? Podrían tus experiencias personales estar contaminando tu forma de ver el mundo entero?
– Si crees en la igualdad para las mujeres, pero no en el feminismo, ¿puedes articular por qué?
– Si crees en la igualdad para todos, ¿eres capaz de adoptar una postura valiente para ello, de una manera que te parezca correcta, en tu propia vida y en tu propia esfera de influencia?
Para saber más de Kathy Caprino, visita sus programas de Crecimiento Personal, su charla TEDx «Time to Brave Up», y su nuevo vídeo What Is Feminism and Why So Many Men and Women Hate It.