La lamprea de mar, una de las especies de vertebrados más primitivas, es un pez parásito nativo del norte y el oeste del océano Atlántico. Debido a la similitud de sus formas corporales, las lampreas se denominan a veces, de forma inexacta, «anguilas lampreas»
A diferencia de los peces «óseos» como la trucha, el bacalao y el arenque, las lampreas carecen de escamas, aletas y cubiertas branquiales. Al igual que los tiburones, su esqueleto es de cartílago. Respiran a través de una fila distintiva de siete pares de diminutas aberturas branquiales situadas detrás de la boca y los ojos.
Pero el rasgo anatómico que convierte a la lamprea de mar en una eficaz asesina de truchas de lago y otros peces óseos es su boca en forma de disco y ventosa, anillada con dientes afilados y córneos, con la que se aferra a un pez desafortunado. La lamprea utiliza entonces su áspera lengua para raspar la carne del pez y así poder alimentarse de la sangre y los fluidos corporales de su huésped. Una lamprea mata alrededor de 40 libras de pescado cada año.
Las lampreas de mar invadieron los Grandes Lagos en la década de 1830 a través del Canal Welland, que conecta los lagos Ontario y Erie y forma una sección clave de la vía marítima del San Lorenzo. En una década, ya habían accedido a los cinco Grandes Lagos, donde rápidamente se pusieron a depredar los peces de importancia comercial de los lagos, como la trucha, el pez blanco, la perca y el esturión. En menos de un siglo, la pesca de la trucha se había colapsado, en gran parte debido a la proliferación incontrolada de la lamprea.
Hoy en día, la Comisión de Pesca de los Grandes Lagos coordina el control de las lampreas marinas en los lagos, que es llevado a cabo por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos y Pesca y Océanos de Canadá. Los biólogos de campo colocan barreras y trampas en los arroyos que alimentan los lagos para impedir los movimientos de la lamprea río arriba, y aplican productos químicos especiales, llamados lampricidas, que se dirigen a las larvas de la lamprea pero son inofensivos para otras criaturas acuáticas.
Siempre se están desarrollando nuevas técnicas para controlar las lampreas de mar. Dado que las lampreas de mar utilizan olores, o feromonas, para comunicarse, los científicos han replicado estos olores para aumentar la eficacia de los métodos de control actuales.
La NOAA agradece a Ted Lawrence, PhD, de la Comisión de Pesca de los Grandes Lagos, la revisión de este artículo.