Casi todo parece carecer de sentido, incluso las cosas que más te gustaban. El vacío y las dudas sobre uno mismo se apoderan de todo. Incluso las tareas cotidianas, como hacer la compra o ducharse, se convierten en obstáculos aparentemente insuperables. Nada parece tener ya sentido. Es como si el mundo se hubiera cubierto de una capa gris. Muchas personas que luchan contra la depresión describen sus experiencias de esta manera. A veces la gente siente que nunca volverá a salir de ese agujero.
Todos sabemos lo que se siente al estar profundamente triste. Sin embargo, hay diferencias esenciales entre la tristeza y la depresión. Por ejemplo, a diferencia de la tristeza aguda, la depresión no suele tener una causa clara o aparente para el estado de ánimo negativo. Las quejas están ahí, y son reales, pero el motivo no está claro. Los episodios depresivos se manifiestan en forma de síntomas específicos.
Los 10 síntomas de la depresión
¿Pero cuáles son exactamente los síntomas de la depresión? Para diagnosticar la depresión, los psicoterapeutas y los médicos suelen utilizar la CIE-10, un sistema de clasificación de enfermedades publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En EE.UU. se utiliza un manual diferente, llamado Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM). Funciona de la misma manera. Ambos manuales distinguen entre los llamados síntomas centrales y adicionales de la depresión, que pueden presentarse en diferentes combinaciones.
La depresión en dos personas diferentes puede tener un aspecto muy distinto porque no todos los episodios depresivos presentan la misma combinación de síntomas. Estas numerosas variaciones individuales son una de las razones por las que la depresión a menudo pasa desapercibida.
Hay tres síntomas centrales característicos de la depresión:
- Estado de ánimo deprimido
- Pérdida de interés y alegría por las cosas
- Pérdida de impulso, falta de energía
Este abatimiento, muy común a la depresión, puede llegar a tal punto que el estado de ánimo de los afectados ni siquiera se anima con acontecimientos positivos. Los intentos de amigos y familiares por consolar o animar a las personas con depresión a menudo sólo crean más tensión y sentimientos de culpa. Esto también puede lastrar bastante las relaciones. Algunos sienten que no pueden llorar más, otros lloran mucho más de lo habitual.
También existen los llamados «síntomas adicionales» de la depresión: Reducción de la autoestima, a veces acompañada de sentimientos de inutilidad o de culpabilidad inexplicables para las personas ajenas. Las personas depresivas suelen tener miedo al futuro o imaginar escenarios pesimistas. Son frecuentes los problemas de concentración y de memoria. También es frecuente la pérdida de apetito (en raros casos también el aumento de apetito). Los trastornos del sueño también forman parte de los síntomas adicionales de la depresión. A su vez, la falta de sueño alimenta los pensamientos negativos y, por tanto, desencadena un círculo vicioso. A veces estos pensamientos negativos se vuelven tan fuertes que llevan a pensamientos suicidas o incluso a actos suicidas. Por esta razón, los indicios de depresión deben tomarse muy en serio.
Los síntomas físicos suelen acompañar a los psicológicos
No hay apenas una enfermedad que tenga un mayor impacto en el bienestar general de una persona que la depresión. De hecho, el nivel de estrés para los afectados y sus familiares es enormemente alto. Esto se debe a que la depresión puede afectar a la experiencia, al pensamiento, al comportamiento e incluso al propio cuerpo.
Hay quejas que suelen ir acompañadas de un episodio depresivo, aunque no estén directamente relacionadas con los síntomas de la depresión. Por ejemplo, experimentar un agotamiento severo durante dos semanas no le pasa al cuerpo desapercibido. Los síntomas físicos pueden incluir incluso molestias cardíacas o gastrointestinales. Como consecuencia de los trastornos del sueño, muchas personas experimentan un empeoramiento de sus síntomas depresivos por la mañana, en comparación con el mediodía o la noche. Debido a su agotamiento, los afectados suelen evitar la interacción social y también se alejan de los amigos. Los movimientos pueden volverse notablemente más lentos o acelerarse hasta el entumecimiento o el nerviosismo. Además, para algunos, la libido puede reducirse: ya no sienten deseo sexual.
En casos extremos, pueden aparecer síntomas psicóticos. Estos pueden manifestarse como sentimientos delirantes de culpa, ideas de catástrofe o en forma de alucinaciones. Cuando una persona gravemente deprimida parece estar congelada y es extremadamente lenta en el habla, el pensamiento y los movimientos, los expertos también hablan de «estupor depresivo».
El tabú detrás de la depresión
Interesantemente, los síntomas físicos parecen ocurrir un poco más a menudo en los hombres. Hay pruebas que sugieren que algunos hombres experimentan la depresión de manera muy diferente: la llamada «depresión masculina», que está llena de desafíos muy diferentes. Uno de los retos esenciales es que los hombres sienten que se enfrentan a un tabú. Aceptar ayuda y admitir su vulnerabilidad puede resultar abrumador.
Sin embargo, la depresión se considera un trastorno oficial cuya terapia está cubierta por los seguros médicos. Es importante tomarse en serio los síntomas de la depresión y considerar la posibilidad de recibir ayuda profesional, sobre todo si el estado de ánimo no mejora ni siquiera después de mucho tiempo o si no hay una razón aparente para la profunda tristeza. ¿Sientes que estás experimentando algunos de estos síntomas pero no sabes por dónde empezar? Prueba nuestra App Moodpath de forma gratuita!