El behemoth, y el leviatán, son mencionados por Dios cuando Job comienza a justificarse y a cuestionar a Dios sobre sus catastróficos problemas. Dios responde comparando su creación de estas fantásticas bestias con la mansedumbre y pequeñez de Job.
No sabemos exactamente qué es un behemoth, pero en Job 40 se nos ofrecen algunas pistas. El behemoth es familiar para Job, come plantas (versículo 15), vive cerca del agua (versículos 21-22), es muy fuerte (versículos 16-18) y sólo su Creador puede domarlo. Aprendemos que es imposible capturar a un behemoth (versículo 24).
Entonces, ¿qué es? Algunos dicen que es un hipopótamo, un rinoceronte o un elefante, pero Job 40:17 dice que esta criatura tiene una cola parecida a la del cedro, así que esos animales no parecen encajar. Algunos dicen que el behemoth es un dinosaurio superviviente, como un diplodocus o un apatosaurus. Estos funcionan porque son diez veces el tamaño de un elefante en peso, son los más grandes de todos los animales terrestres, y tenían colas similares a troncos de árboles.
El Génesis 1:24-27 dice que todos los animales fueron creados el mismo día que Dios creó al hombre. No sabemos con exactitud cuándo se extinguieron los dinosaurios, ni por qué exactamente, pero es plausible que algunos existieran durante la época de Job.
Cuando Job cuestionó a Dios, éste le dijo que estuviera preparado para ser cuestionado él mismo. Luego, Dios señala al behemot y al leviatán, pidiéndole a Job que compare su incapacidad de siquiera cazar estas bestias con la capacidad de Dios de crearlas. En verdad, nuestro Dios es poderoso y potente. Es digno de nuestra adoración, respeto y admiración.
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