- Desean el continuo aprendizaje
- Afrontar las incertidumbres
- Abrazar los retos
- No tener miedo a fracasar
- Poner mucho esfuerzo en aprender
- La retroalimentación es sobre las capacidades actuales
Transformar la mente de una persona de fija a ágil no es un proceso de una noche. Se necesita mucho tiempo, esfuerzo y compromiso para adoptar la agilidad. Aunque el proceso puede ser un reto al principio, una vez que te acostumbras, se convierte en un hábito indispensable.
Lo primero que tienes que hacer es aprender a integrar la agilidad en tu vida personal y profesional paso a paso.
¿Cómo lograr y adoptar la agilidad en tu vida diaria?
Ahora que conoces la importancia de la agilidad, ¿qué es lo siguiente? Es el momento de poner en práctica esos conocimientos. Estas son algunas de las formas en las que puedes integrar la agilidad a tu vida diaria:
Establezca metas – Dele a su vida una dirección creando y estableciendo metas. Pregúntate qué quieres conseguir al final de cada semana, mes y año. Pregúntate qué vida quieres tener de aquí a 5 o 10 años.
Sé flexible e innovador – ¿Te cuesta alcanzar tus objetivos? Identifica las barreras que te impiden alcanzar tu objetivo. Cambia tu estrategia si es necesario.
Planifica con antelación – En lugar de revisar tus notificaciones de las redes sociales nada más levantarte, ¿por qué no empiezas el día planificando con antelación? Dedicar unos minutos a la gestión de tus horarios y a la comprobación de tus progresos no te hará perder el tiempo. Planificar con antelación puede ser un hábito que te cambie la vida, así que conviértelo en una rutina!
Gestiona los objetivos – Haz que tus objetivos sean manejables. ¡No eres un robot! No estás diseñado para lograr todo a la vez. Si divides tus objetivos en trozos, los harás más realistas y alcanzables.
Mantente centrado – Encuentra siempre tu centro. Céntrate. Da un paso atrás. Aunque esto es un poco duro, especialmente si trabajas en un entorno de ritmo rápido, es una forma poderosa de tomar el control de tu ser emocional y mental cada vez que los desafíos te sacan del equilibrio.
Sé uno con tus tareas – Comprométete con tus tareas. Bloquea un tiempo específico en un día o semana para trabajar en tus tareas. Conoce lo que hay que hacer, lo que hay que arreglar y cuál es tu objetivo para cada tarea. Haga de esto un hábito y cúmplalo.
Como equipo, la agilidad puede lograrse a través de algunas de las siguientes prácticas:
Aceptación – los equipos pueden encontrar muchos desafíos en el camino, especialmente si todos están trabajando en un nuevo proyecto o solución. Si las cosas no funcionan como deberían, es importante identificar la razón que hay detrás, aceptar el fracaso y luego pensar en una nueva forma de evitar que el mismo fracaso se repita. La mayoría de los proyectos tienen incógnitas, pero una vez que empiezas a trabajar en ellos, las incógnitas se vuelven conocidas, así que no dudes en cambiar de enfoque si es necesario.
Confianza: para construir relaciones saludables con otras personas, necesitas ser alguien en quien puedan confiar. Los líderes pueden ayudar a establecer la confianza creando un lugar de trabajo en el que todos se sientan cómodos para compartir sus nuevas ideas y dar sus opiniones con franqueza y respeto. Además, se debe confiar en las personas que trabajan más cerca del cliente para que tomen decisiones, ya que tienen experiencia de primera mano sobre el problema que se intenta resolver.
Comunicar y colaborar: los equipos no piensan igual. Cada persona del equipo tiene una idea diferente. Y cuando estas ideas se comparten y se discuten en una sala, puede despertar la curiosidad y la creatividad del equipo.
Paciencia – los equipos ágiles no necesitan precipitarse a expensas de ver el resultado mayor. Deben confiar en el tiempo y en el proceso, ya que están trabajando en un objetivo común y en el éxito.
Prueba y aprende – La agilidad es innovación y apertura a nueva información. Los equipos ágiles deben ser alentados a pensar fuera de la caja y trabajar estrechamente con sus clientes para que puedan innovar y encontrar mejores soluciones a las necesidades de los clientes.
Mejora continua – con el fin de pensar y tomar decisiones más rápido, los equipos ágiles necesitan tener el entorno adecuado para mejorar continuamente en las cosas que ralentizan el equipo. Con una cultura de mejora continua, los equipos pueden estar más comprometidos, centrados y proactivos.
El éxito hoy en día requiere la agilidad y el impulso para repensar, revigorizar, reaccionar y reinventar constantemente.
– Bill Gates
Agilidad: la clave del éxito a largo plazo
El mundo está cambiando más rápido que nunca, y puede que pienses que es bastante imposible mantenerse centrado y tener éxito. Pero la agilidad puede hacer que todo sea posible si adoptas y construyes la actitud y la mentalidad adecuadas.
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