Sin cirugía
En muchos casos, los individuos con SCC pueden experimentar una reducción de sus síntomas neurológicos con un manejo conservador. Los primeros pasos de estas estrategias de intervención incluyen el ingreso en una unidad de cuidados intensivos (UCI) tras la lesión inicial. Tras el ingreso en la UCI, se colocaría al paciente una inmovilización temprana de la columna cervical con un collarín para limitar la posibilidad de que se produzcan más lesiones. La restricción de la columna cervical se mantiene durante aproximadamente seis semanas hasta que el individuo experimenta una reducción del dolor y de los síntomas neurológicos. La rehabilitación hospitalaria se inicia en el entorno del hospital, seguida de fisioterapia y terapia ocupacional ambulatoria para ayudar a la recuperación.
Una persona con una lesión medular puede tener muchos objetivos de fisioterapia y terapia ocupacional ambulatoria. Su nivel de independencia, autocuidado y movilidad dependen de su grado de deterioro neurológico. La organización y los resultados de la rehabilitación también se basan en estas deficiencias. El fisiatra, junto con el equipo de rehabilitación, trabaja con el paciente para desarrollar objetivos específicos, medibles, orientados a la acción, realistas y centrados en el tiempo.
Respecto a las intervenciones de fisioterapia, se ha determinado que la entrada sensorial repetitiva de tareas específicas puede mejorar el rendimiento motor en pacientes con síndrome medular central. Estas actividades permiten que la médula espinal incorpore tanto la información sensorial supraespinal como la aferente para ayudar a recuperar la producción motora. Este hecho se conoce como «plasticidad dependiente de la actividad». La plasticidad dependiente de la actividad se estimula a través de actividades como: el entrenamiento locomotor, el fortalecimiento muscular, el ciclismo voluntario y el ciclismo con estimulación eléctrica funcional (FES)
Edición quirúrgica
La intervención quirúrgica suele darse en aquellos individuos que presentan un aumento de la inestabilidad de su columna cervical, que no puede resolverse únicamente con un tratamiento conservador. Otras indicaciones para la cirugía incluyen un deterioro neurológico de la función de la médula espinal en pacientes estables, así como aquellos que requieren una descompresión espinal cervical.