Esta serie fue totalmente única. No se ha hecho nada parecido antes, ni después (con la posible excepción de Los Simpson, que sí imita un poco algunas de las tramas de «nada»). Aunque se trataba de nada, en realidad se trataba de todo, pero de las pequeñas cosas en las que nadie piensa, como dar tu código bancario a tu prometido. También me gustó que esta serie fuera la última de las series «sin moda».
Siempre veías a Kramer llevar la misma chaqueta, pantalones y camisa ridícula. George siempre tenía esas camisas de cuadros demasiado pequeñas e incluso Jerry tenía la camisa de rayas negras y grises que le vimos en la que él y George hacen «El Pacto». Incluso Elaine tenía muchas de las mismas prendas, incluso después de su «cambio de imagen». Quiero decir, me encanta la serie Friends, pero cada vez que los chicos tienen un nuevo cuello de tortuga o un jersey, y las chicas siempre tienen un nuevo vestido o un nuevo par de pantalones, lo cual es totalmente irreal (para los chicos al menos).
Esta serie tuvo un humor consistente hasta la última temporada, lo cual es inusual para muchas series. Me encantó que George se peinara para parecerse al calvo de NYPD Blue, que Elaine comprara los JuJubes de camino al hospital, que el tío Leo gritara «STOP THE SHOW» en el especial de PBS… ¡Estos fueron sólo algunos de los grandes momentos! Este programa es el mejor de la televisión, y si no lo has visto, ve a verlo ahora.