Probablemente hayas oído que la depresión suele estar relacionada con un desequilibrio de serotonina y dopamina en el cerebro. Pero, ¿qué son estas sustancias químicas y qué significa este desequilibrio? Y, quizás lo más importante, ¿qué podemos hacer para ayudar a solucionar estos desequilibrios?
¿Qué es un neurotransmisor?
Para entender los desequilibrios químicos en el cerebro, es importante primero entender un poco de neurociencia. Esencialmente, nuestro cerebro se comunica con nuestro cuerpo a través de sustancias químicas llamadas neurotransmisores, que son capaces de enviar mensajes internos a diversas células y músculos. Estos mensajes son responsables de procesos en los que quizá no pensemos dos veces, como la respiración, así como de tareas más complejas, como los estados de ánimo.
Los neurotransmisores pasan por nuestro cerebro a través de unos conductos llamados sinapsis. Las sinapsis se encargan de pasar mensajes químicos, como los neurotransmisores, entre las neuronas.
Las neuronas son células especializadas que procesan información. Hay muchos tipos diferentes de neuronas en nuestro cerebro, desde las que controlan nuestras funciones motoras hasta las que interpretan los datos que recibimos de nuestros cinco sentidos.
Algunas neuronas de nuestro cerebro se comunican bien entre sí a través de sus sinapsis. Otras neuronas tienen problemas para mantener conversaciones productivas entre ellas. Esta variación en la capacidad de comunicación de las neuronas se denomina plasticidad sináptica. La plasticidad sináptica puede cambiar con el tiempo, mejorando o empeorando.
Resumiendo: hay muchas neuronas diferentes dentro de nuestro cerebro que regulan cómo procesamos la información. Estas neuronas se envían mensajes entre sí a través de unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Las sinapsis son las encargadas de llevar los neurotransmisores de una neurona a otra. La plasticidad sináptica se refiere a la variación en la forma en que las diferentes neuronas se comunican entre sí.
¿Qué son la serotonina y la dopamina?
La serotonina es un tipo de neurotransmisor. Este neurotransmisor desempeña un papel en la digestión, la función sexual, la densidad ósea, la coagulación de la sangre y la regulación emocional. Cuando se tiene la cantidad adecuada de serotonina dentro del cuerpo, es más fácil tener un estado de ánimo estable y una sensación de bienestar.
La dopamina, otro tipo de neurotransmisor, afecta a cómo experimentamos el placer. Cuando hacemos algo que nos gusta, la dopamina ayuda a activar el centro del placer dentro de nuestro cerebro.
La dopamina nos ayuda a disfrutar no sólo de los simples placeres de la vida, sino que también nos ayuda a mantenernos motivados. Cuando tenemos la cantidad adecuada de dopamina en nuestros sistemas, es más probable que experimentemos que nuestro centro de placer se «ilumina» cuando logramos algo.
¿Cómo se relacionan la serotonina y la dopamina con la depresión?
Es común que las personas con depresión tengan niveles bajos de dopamina. Si está deprimido, a menudo le resulta difícil motivarse para hacer cosas, ya sean tareas rutinarias como ir al trabajo o actividades sociales como pasar tiempo con su familia. Es probable que también tenga problemas para experimentar placer incluso cuando realiza actividades que antes le gustaban.
La investigación en torno a la serotonina y la depresión es más complicada. En la década de 1950, la teoría predominante era que los niveles bajos de serotonina conducían a la depresión. Esta hipótesis surgió inicialmente porque se descubrió que la iproniazida, un fármaco diseñado originalmente para tratar la tuberculosis, mejoraba enormemente el estado de ánimo de los pacientes, hasta el punto de rozar la euforia en muchos de ellos. Los científicos especularon que esto se debía a que la iproniazida aumentaba la presencia de neurotransmisores como la serotonina. Esta teoría se vio reforzada en las décadas siguientes por otras pruebas, como el hecho de que las autopsias de las víctimas de suicidio tenían menos serotonina en sus cerebros que las personas que murieron por otros medios.
Además, 70 años después, la mayoría de los expertos coinciden en que las personas deprimidas no tienen necesariamente niveles más bajos de serotonina que el resto. Sin embargo, se ha demostrado que un aumento de los niveles de serotonina es eficaz en muchos pacientes con depresión. A corto plazo, este aumento de la serotonina ayuda a estabilizar el estado de ánimo y la sensación de bienestar. Pero la razón por la que este aumento de la serotonina es eficaz a largo plazo es que la serotonina ayuda a construir nuevas vías neuronales relacionadas con las emociones y a reforzar las ya existentes. En otras palabras, no es necesariamente el aumento del «golpe» de serotonina lo que ayuda a las personas con depresión a experimentar un alivio, sino el hecho de que las áreas previamente infrautilizadas en sus cerebros se revigorizan.
¿Cómo ayuda la EMT a los niveles de serotonina y dopamina?
La EMT utiliza un campo electromagnético para proporcionar un impulso eléctrico a las neuronas, incluidas las responsables de liberar neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.
Podrías pensar que esto suena similar a cómo funcionan los antidepresivos, pero los antidepresivos en realidad se centran en las partes químicas del cerebro. La EMT, por otro lado, se dirige específicamente a la actividad eléctrica dentro de las neuronas.
La EMT es capaz de dirigirse activamente a los neurotransmisores de su cerebro -principalmente en la corteza prefrontal- que a menudo no pueden funcionar normalmente cuando está deprimido. Por ejemplo, cuando uno está deprimido, suele ser más propenso a pensar negativamente sobre sí mismo y le resulta más difícil silenciar esos reflejos negativos para centrarse en otra cosa.
La dopamina es uno de los neurotransmisores de la región de la corteza prefrontal del cerebro que la EMT puede ayudar a regular. Varios estudios de investigación han demostrado que la EMT normaliza sus niveles de serotonina y dopamina y su actividad, mejorando así los síntomas depresivos, incluyendo las rumiaciones negativas y la falta de concentración.
No sólo mejora la liberación de serotonina y dopamina, sino que la EMT también ayuda a fortalecer la plasticidad sináptica de su cerebro. Recuerda que la plasticidad sináptica se refiere a lo bien que se comunican las neuronas entre sí. La comunicación entre ciertas neuronas no suele ser del todo eficaz en los cerebros de las personas con depresión, incluida la corteza prefrontal.
Al fortalecer los pasajes neuronales, la EMT ayuda a su cerebro a funcionar de forma más saludable tanto inmediatamente durante el curso del tratamiento como a largo plazo.
¿Puede ayudarme la EMT?
La EMT es un tratamiento eficaz para la depresión y funciona de múltiples maneras, entre ellas fortaleciendo la liberación y el funcionamiento de la serotonina y la dopamina. Estos dos neurotransmisores están muy implicados en la regulación del estado de ánimo, el placer y la motivación, cosas con las que las personas con depresión suelen tener problemas, y cosas que la EMT puede mejorar tanto a corto como a largo plazo. Para saber más sobre la EMT, visite nuestra página de preguntas frecuentes o póngase en contacto con nosotros hoy mismo. Estaremos encantados de ayudarle a decidir si la EMT es la opción correcta para usted o su ser querido.