Después de 6 semanas de dolor lumbar persistente, una mujer de 72 años con sobrepeso buscó una evaluación médica. No había antecedentes de traumatismos.
La paciente no tenía quejas genitourinarias; los resultados de la evaluación neurológica eran normales. Su estilo de vida era sedentario; la jardinería era su actividad principal.
El diagnóstico diferencial incluía osteomielitis crónica, espondilolistesis, fractura patológica osteoporótica y neoplasia ósea; las radiografías descartaron estos trastornos. A pesar de la ausencia de signos y síntomas radiculares, se consideró la posibilidad de una hernia del núcleo pulposo (HNP) debido a la edad de la paciente y a los espacios intervertebrales estrechos. El HNP se descartó mediante RMN.
En la exploración física no se encontraron puntos gatillo. El origen del dolor estaba localizado estrictamente en las estructuras musculares.
Thomas A. Keel, MS, OPA, de San Antonio, Tex, explica que no se habían realizado radiografías de este paciente antes de este episodio; por lo tanto, el hallazgo adventicio de una sexta vértebra lumbar sorprendió tanto al paciente como al profesional.
La vértebra extra es una variante congénita que no estaba asociada a los síntomas del esqueleto axial de tejidos blandos del paciente. Sin embargo, la L6 es otro sitio posible para el desarrollo de osteoporosis, degeneración del espacio discal y espondilolisis o espondilolistesis.
Se prescribió fisioterapia y AINE para el dolor lumbar de la paciente. Se le animó a perder peso y a hacer ejercicio con regularidad.