Una introducción al SII, las náuseas y la pérdida de apetito
Las náuseas son la sensación incómoda asociada a las ganas de vomitar. Cuando estamos bajo estrés, el estómago actúa de forma protectora, haciéndonos experimentar náuseas y pérdida de apetito en un intento de evitar que comamos y causemos un agravamiento mayor.
Nuestro apetito sube y baja de forma natural a lo largo del día y después de comer esperamos que nuestro apetito quede satisfecho. Sin embargo, si la falta de apetito es persistente o va acompañada de náuseas, es posible que un problema de salud subyacente sea el responsable.
¿Por qué el SII causa náuseas y pérdida de apetito?
Hay algunas explicaciones posibles de por qué el SII puede causar náuseas y pérdida de apetito. Sin embargo, debemos recordar que el SII es multifactorial, por lo que muchos mecanismos relacionados con las causas y los síntomas aún no se conocen bien.
La indigestión y el consiguiente reflujo ácido es una queja común de las personas que padecen SII. El reflujo ácido es el resultado de que el contenido ácido del estómago se desplace físicamente en sentido contrario hacia el esófago, lo que provoca un sabor ácido en la boca, eructos, tos, náuseas e incluso vómitos. Lea más sobre el SII y la indigestión si esto le afecta.
Las náuseas y la pérdida de apetito también pueden ser el resultado de sentirse demasiado lleno o hinchado después de comer. Esto no siempre es el resultado de comer demasiado, sino que puede deberse a la debilidad del ácido estomacal o a una intolerancia específica a un determinado alimento. Ambos escenarios pueden estar asociados con el SII.
Otra posible causa de las náuseas en el SII es que el hígado esté bajo presión. Esto puede suceder porque estamos comiendo los alimentos equivocados, pero también, en algunos casos, el estreñimiento puede empeorar este problema.
Sentirse estresado o ansioso como resultado del SII también puede hacer que se sientan náuseas con pérdida de apetito. La liberación de adrenalina pone a su cuerpo en modo «lucha o huida», lo que desvía la sangre y la atención del sistema digestivo. Los tejidos del estómago pueden volverse especialmente sensibles, lo que provoca una sensación de nerviosismo o «mariposas», así como náuseas e incluso vómitos.
El dolor que a menudo se experimenta en el SII puede hacer que sintamos náuseas con pérdida de apetito. El dolor abdominal es el más común, pero también puede haber dolor en la espalda y en las articulaciones. El dolor del SII ha sido calificado como «severo» por algunos enfermos y puede hacer que las personas se sientan físicamente enfermas en estos casos.
En general, el acto de comer es una experiencia agradable que puede que no queramos realizar si tenemos dolor. Tenga en cuenta que el dolor intenso siempre debe ser investigado por un médico, ya que el SII no está clasificado como un trastorno inflamatorio. Si su médico ya le ha recetado alguna medicación, preste atención a los efectos secundarios, ya que las náuseas pueden ser un efecto secundario de la medicación y no un problema independiente.
¿Qué puedo hacer en casa para las náuseas o la pérdida de apetito?
Hay algunas opciones sencillas en cuanto a la dieta y el estilo de vida que pueden ayudarle a tratar las náuseas y la pérdida de apetito:
- Alimentos y bebidas: Ciertos alimentos pueden agravar el estómago provocando náuseas y perdiendo el deseo de comer más. Los alimentos grasos pueden ser una carga y tardar más en ser digeridos, retrasando el vaciado del estómago con un aumento de la hinchazón. Los alimentos picantes pueden irritar el revestimiento del tracto digestivo, así como cualquier intolerancia alimentaria (el gluten y la lactosa son culpables habituales). Ciertas bebidas como las ricas en cafeína o edulcorantes artificiales también pueden irritar el revestimiento del estómago
- Cómo comes: Procura masticar bien los alimentos para facilitar la digestión. Siéntate y come despacio en lugar de hacerlo en movimiento para evitar comer en exceso o cualquier problema digestivo. ¡Lee nuestro blog sobre la importancia de la masticación para una digestión saludable!
- Relájate: tómate un tiempo para centrarte en ti mismo, haciendo cosas que te gusten y aleja tu mente del estrés y la ansiedad asociados al SII, que pueden estar haciéndote sentir mal. Ya sea simplemente dando un paseo, leyendo un buen libro o una técnica específica como el yoga o la meditación, relajar nuestra mente tendrá un efecto positivo en cómo nos sentimos, tanto en general como en lo que respecta a nuestro apetito.
- Jengibre: El jengibre es un antiespasmódico natural, así que si su estómago se siente inquieto tome un poco de jengibre en forma de té o cápsulas para ayudar a aliviar el malestar
- Amargos de hierbas: Prueba a tomar amargos de hierbas aproximadamente 5-10 minutos antes de la comida. Esta clase de hierbas fomentan la secreción de jugos digestivos y enzimas que, a su vez, ayudarán a mejorar el apetito del proceso digestivo
- Digestisan: Si sus náuseas van acompañadas de síntomas de indigestión y eructos, pruebe Digestisan. Se trata de un remedio tradicional a base de plantas que mejora la digestión de los alimentos, reduciendo los síntomas de indigestión e hinchazón. Cuanto más eficaz sea su digestión, más rápido volverá a sentir hambre.
- Cardo mariano: Para un apoyo adicional al hígado tome un poco de cardo mariano que contiene una mezcla de hierbas amargas amigables para el estómago.
¿Cómo pueden ayudarme los remedios herbales?
Hay algunos remedios herbales que pueden ayudar con las náuseas y la pérdida de apetito asociadas al SII.
¿Cómo puede ayudar mi médico?
Hay otras causas de náuseas y pérdida de apetito por lo que es importante que excluya condiciones de salud serias, especialmente si nota pérdida de peso, cambio en los hábitos intestinales son otros síntomas que pueden darle motivo de preocupación. Si los remedios caseros y a base de hierbas no alivian los síntomas del síndrome del intestino irritable, los médicos pueden recomendarle una serie de medicamentos recetados para que los pruebe.