Si te fascinan los efectos que las sustancias químicas pueden tener en el cuerpo humano, esta puede ser tu carrera. Los toxicólogos forenses realizan pruebas científicas en fluidos corporales y muestras de tejido para identificar cualquier droga o sustancia química presente en el cuerpo. Trabajando en un laboratorio, el toxicólogo forense realiza pruebas en muestras recogidas por patólogos forenses durante una autopsia o por investigadores de la escena del crimen. Utilizan instrumentos muy sofisticados, reactivos químicos y metodologías precisas para determinar la presencia o ausencia de sustancias específicas en la muestra.
Como parte de un equipo que investiga un crimen, un toxicólogo forense aislará e identificará cualquier sustancia en el cuerpo que pueda haber contribuido al crimen, como por ejemplo:
- Alcohol
- Drogas ilegales o recetadas
- Otros productos químicos
- Poisones
- Metales
- Gases, como el monóxido de carbono
El trabajo requiere paciencia y la capacidad de seguir pasos específicos para lograr resultados fiables. El toxicólogo forense debe documentar cada paso del proceso y tener cuidado de seguir las normas relativas a la cadena de custodia de las pruebas físicas.
El campo de la toxicología forense ha crecido hasta incluir las pruebas de drogas y alcohol para los empleadores y los agentes de la ley de tráfico, así como las pruebas de muestras de animales para los investigadores criminales de la vida silvestre y las pruebas de drogas de «violación» y sustancias que mejoran el rendimiento.
Los toxicólogos forenses también trabajan en casos relacionados con la contaminación ambiental, para determinar el impacto de los vertidos químicos en las poblaciones cercanas.
Los investigadores confían en el toxicólogo forense para sacar conclusiones fiables sobre el impacto que una cantidad específica de una sustancia concreta tendría en un individuo concreto. A menudo, esto requiere que el profesional se forme una opinión fundamentada basada en la ciencia y la experiencia.
Si se le pide que testifique ante un tribunal, el toxicólogo forense debe estar preparado para justificar esa opinión y para explicar metodologías complejas en términos que un jurado pueda entender.
Condiciones de trabajo
La mayoría de los toxicólogos forenses trabajan en laboratorios dirigidos por agencias policiales, examinadores médicos o instalaciones privadas de pruebas de drogas. A menudo deben estar sentados o de pie durante largos periodos de tiempo. Las pruebas que realizan requieren habilidades motoras muy finas y un compromiso tenaz para seguir rigurosos protocolos científicos.
Trabajar con fluidos corporales y muestras de tejido puede ser sucio y maloliente. El toxicólogo forense también está expuesto a detalles sobre los crímenes, lo que puede ser emocionalmente difícil.
La carga de trabajo puede ser significativa, y cuando las muestras provienen de la escena de un crimen, la presión para realizar las pruebas más rápido puede ser fuerte. El toxicólogo forense debe ser capaz de resistir esta presión, trabajar eficientemente sin prisas y priorizar eficazmente.
Requisitos académicos
Debido a que la ciencia de la toxicología forense avanza constantemente, es importante que, si estás interesado en este campo, disfrutes aprendiendo. Mantener el ritmo de las nuevas tecnologías, metodologías y productos químicos exige un aprendizaje constante.
Un toxicólogo forense suele tener una licenciatura en química, química clínica, farmacología u otro campo científico. Algunas universidades ofrecen ahora maestrías y doctorados en toxicología forense. Asegúrese de elegir un programa de licenciatura o maestría en ciencias forenses que esté acreditado por la Comisión de Acreditación de Programas de Educación en Ciencias Forenses (FEPAC).
Los profesionales que tienen varios años de experiencia en el campo pueden obtener la certificación de la Junta Americana de Toxicología Forense, la Junta Americana de Química Clínica y la Junta Americana de Toxicología.