Tratamiento de los orzuelos: bebés, niños y adolescentes

Sobre los orzuelos

Un orzuelo es una infección del folículo de las pestañas. Los orzuelos suelen estar causados por la bacteria Staphylococcus aureus.

Los orzuelos son una dolencia ocular común en los niños.

Síntomas de un orzuelo

Un orzuelo tiene el aspecto de un pequeño bulto rojo en la base de la pestaña de su hijo, normalmente en el párpado inferior.

Puede causar la hinchazón del párpado circundante y ser bastante doloroso. El orzuelo también puede irritar el ojo y hacerlo llorar.

La mayoría de los orzuelos mejoran en pocos días.

Los orzuelos no suelen causar ningún daño permanente en el ojo o el párpado.

¿Su hijo necesita ver a un médico por un orzuelo?

Lleve a su hijo al médico de cabecera si el orzuelo no desaparece a los pocos días de empezar el tratamiento para orzuelos que se indica a continuación.

También debe acudir al médico si su hijo tiene un orzuelo además de otros síntomas generales como fiebre, dolor de cabeza y pérdida de apetito, o si su hijo se siente mal en general.

Siempre acuda al médico si la vista de su hijo se ve afectada.

Tratamiento del orzuelo

Para ayudar a que el pus salga del orzuelo, puedes probar a hacer compresas calientes.

Para hacer una compresa caliente, coge una toalla de mano limpia empapada en agua caliente y aplícala en el párpado durante dos minutos seguidos. Intente repetir las compresas calientes al menos tres veces al día. Un suave masaje durante la compresa tibia puede ayudar a drenar el orzuelo – pero no intente apretar el orzuelo.

Su médico de cabecera podría decidir retirar la pestaña con la infección. Esto podría ayudar a que el pus salga y acelerar el proceso de curación.

Las pomadas antibióticas rara vez se utilizan para tratar los orzuelos, a menos que se trate de un problema que vuelve a aparecer. Los antibióticos orales podrían ayudar a veces.

Asegúrese de que su hijo (y todos los demás miembros de la familia) se lavan las manos con frecuencia para evitar el contagio de la infección. Utilice una toalla separada para que su hijo se seque las manos.

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