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Los cálculos renales «silenciosos» no producen dolor, pero la mayoría de los cálculos causan un dolor tan intenso que es inolvidable. Algunos dicen incluso que es más doloroso que un parto. Puede aparecer en oleadas que comienzan en la parte baja de la espalda y se desplazan hacia el costado o la ingle. Otros síntomas de los cálculos son náuseas, fiebre, orina con sangre o ardor al orinar. También puede tener factores de riesgo, como antecedentes familiares de cálculos, que le hagan más propenso a tener cálculos en el futuro.
¿Qué son los cálculos renales?
En el riñón, unos filtros en miniatura separan de la sangre las sustancias que el organismo no necesita, que se eliminan con la orina. Pero en determinadas condiciones, las sustancias químicas de la orina pueden formar cristales. Estos cristales se acumulan en el riñón y se pegan formando un cálculo. Los cálculos renales pueden bloquear el flujo de orina a través del tracto urinario, causando un dolor intenso.
Cómo se forman los cálculos renales
La pérdida de líquido (deshidratación) puede hacer que la orina se concentre tanto que se formen cálculos. Ciertos alimentos contienen grandes cantidades de sustancias químicas que a veces cristalizan en forma de cálculos. Las infecciones renales favorecen la formación de cálculos al ralentizar el flujo de orina o cambiar el equilibrio ácido de la misma.
Síntomas
La ubicación, el tamaño y la forma del cálculo suelen determinar los síntomas. Muchos cálculos provocan un dolor repentino e intenso, orina sanguinolenta o infección. Otros provocan náuseas o micción frecuente y ardiente.

El tamaño, la forma y la composición de su cálculo renal ayudan a determinar su causa y si es probable que su cálculo se elimine por sí solo o si requerirá un tratamiento más agresivo.

Tamaño de la piedra	Forma de la piedra	Composición de la piedra
Una piedra puede ser tan pequeña como un grano de arena o tan grande como una pelota de golf. Muchas piedras pequeñas pasan de forma natural. Las piedras de tamaño medio se suelen triturar con equipos especiales de «alta tecnología». Los cálculos muy grandes pueden tener que ser extraídos mediante un procedimiento invasivo.	Las piedras lisas y redondas pueden pasar fácilmente si son pequeñas. Los cálculos con bordes afilados suelen alojarse dentro del riñón o del uréter. Los cálculos de cuerno de ciervo, que pueden llenar todo el riñón, son demasiado grandes para pasar de forma natural.	Muchos cálculos están formados por más de una sustancia química. La mayoría de los cálculos están hechos de oxalato de calcio, un compuesto salino duro. Los cálculos muy duros a veces no responden bien a la litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL). Los cálculos de cistina y ácido úrico también son densos, pero a veces pueden disolverse con medicamentos. Los cálculos de infección son menos densos.

Terapia expectante
La gran mayoría de los cálculos renales son lo suficientemente pequeños -del tamaño de una semilla de uva- para pasar de forma natural, un enfoque de «esperar y ver». Es muy probable que pueda expulsar su cálculo de forma natural con una terapia expectante.

Beber mucha agua:	El agua ayuda a eliminar los cálculos al aumentar la producción de orina. El agua también reduce el riesgo de nuevos cálculos al diluir las sustancias químicas de la orina. Beba 12 vasos de agua de ocho onzas al día y evite los líquidos que le deshidratan, como la cafeína y el alcohol.
Colar su orina:	Para recoger su cálculo para que lo analice su médico, cuele toda su orina. Utilice el colador cada vez que orine, durante el tiempo que le sugiera su médico. Esté atento a las motas o piedrecitas marrones, doradas o negras. Son cálculos renales.
Seguimiento:	Si encuentra un cálculo, llévelo a su médico para que lo analice. El tipo de cálculo que tenga determinará la dieta y el programa de prevención que le recomiende su médico. Es posible que necesite pruebas y radiografías adicionales en el futuro para asegurarse de que no se están formando nuevos cálculos.
Prevención:	Los cálculos renales pueden reaparecer en cualquier momento, por lo que su programa de prevención dura toda la vida. Beba mucha agua, siga su dieta, tome sus medicamentos y hágase revisiones periódicas.

Medicamentos:
Dependiendo de qué esté hecho su cálculo, su médico puede recetarle medicamentos para disolverlos.

Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC)
Si su cálculo renal no se elimina de forma natural o no puede disolverse con medicamentos, puede ser un buen candidato para la LEOC. Este procedimiento no invasivo «rompe» el cálculo de forma segura y eficaz sin necesidad de cirugía, utilizando una fuente de energía externa al cuerpo. Para este procedimiento, usted se tumba en una posición cómoda sobre un cojín de agua y su médico dirige las ondas de choque directamente a su cálculo. Con una precisión milimétrica, las ondas de choque golpean el cálculo y lo desmenuzan hasta convertirlo en partículas similares a la arena, que pasan fácilmente por el tracto urinario. Puede ser necesario más de un procedimiento de ESWL para asegurar la fragmentación; o puede necesitar un procedimiento adicional, como la inserción de un tubo «stent» en el uréter para facilitar el paso de los cálculos más grandes, antes de poder realizar la ESWL.

Composición de los cálculos
Piedra de oxalato de calcio:	Los medicamentos no pueden disolver los cálculos de oxalato de calcio, pero suelen ser útiles para prevenirlos.
Cálculos de ácido úrico o cistina:	Si tiene un cálculo de ácido úrico o cistina, su médico puede recetarle medicamentos para disolver el cálculo. Puede tomar estos medicamentos durante el resto de su vida. Los cálculos de ácido úrico están causados por una sobreproducción de ácido úrico, que puede empeorar con una dieta rica en carne. Los cálculos de cistina son poco comunes y se heredan, como resultado de un exceso de cistina (un aminoácido) en la orina.
	Si tiene un cálculo por infección, su médico puede recetarle antibióticos. Cuando la infección esté controlada, el médico podrá extraer el cálculo. Los cálculos infecciosos están causados por infecciones renales o de la vejiga que modifican el equilibrio químico de la orina.

Las ondas de choque de una fuente de energía viajan hasta tu piedra, que comienza a resquebrajarse.	La piedra se desmorona en arena fina después de miles de ondas de choque.

Prevención para toda la vida
Si ha sentido el dolor de una piedra en el riñón, es posible que le preocupe tener otra. La extracción o expulsión de su cálculo inicia el proceso de tratamiento, pero no previene futuros cálculos. Afortunadamente, con la ayuda de su médico, puede reducir el riesgo de formar nuevos cálculos.

1. Beba mucha agua. Mantenerse bien hidratado es la forma más importante de reducir el riesgo de futuros cálculos. Beba 12 vasos de agua de ocho onzas cada día, dos con cada comida y dos entre comidas. Intenta tener una jarra de agua a tu lado.
2. Siga la dieta prescrita. Su médico le dirá qué alimentos contienen las sustancias químicas que debe evitar. Su médico también puede recomendarle que consulte con un dietista, que puede ayudarle a planificar comidas agradables que no le pongan en riesgo de sufrir futuros cálculos.
3. Toma tus medicamentos. Si su médico le receta medicamentos para su cálculo, es posible que desee anotar sus dosis y horarios de medicación en un calendario. Hay varios tipos de medicamentos utilizados para prevenir los cálculos renales.
4. Vea a su médico con regularidad. Las visitas regulares a su médico le ayudarán a detectar a tiempo nuevos cálculos y a asegurarse de que los antiguos hayan desaparecido. Dependiendo de su tipo de cálculo, puede hacer un seguimiento cada tres meses o una vez al año durante toda la vida.

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