Déjese sorprender por Borgoña
La Borgoña es conocida desde hace tiempo como un lugar de interés artístico e histórico, famosa por su patrimonio románico y sus excepcionales vinos, pero también guarda muchas sorpresas.
Una región donde se unen historia y gastronomía
Las rutas del vino le llevarán por las zonas vinícolas de Nuits-Saint-Georges y Chablis, pasando por las Côtes de Beaune o Pouilly-Fuissé. Los castillos renacentistas y los castillos medievales se alzan entre los viñedos: Ancy-le-Franc, Bazoches, Sully o Châteauneuf-en-Auxois. Si le apetece algo realmente diferente, haga un viaje a la Puisaye y visite Guédelon, donde se está construyendo un castillo medieval utilizando únicamente técnicas de la época.
Desde las fortificaciones de Bibracte hasta el templo de Jano en Autun, varios tesoros históricos dan testimonio de la influencia de la región a lo largo de los siglos. En Cluny, Vézelay, La Charité-sur Loire y Fontenay, podrá contemplar el patrimonio espiritual de las órdenes cluniacense y cisterciense. En la capital histórica de la región, Dijon, tómese su tiempo para admirar los tejados de tejas vidriadas y el Palacio Ducal.
Ya sea de vacaciones o de paso, no deje de saborear una comida gourmet en un restaurante con estrella Michelin. Pruebe algunas de las especialidades locales, como la ternera Charolais, los caracoles, el pollo de Bresse o la famosa mostaza de Dijon.
Tierra de la aventura
La Borgoña ofrece lo mejor del turismo fluvial, ya que cuenta con la mayor red de vías navegables interiores de Francia. Navegue por el célebre Canal de Bourgogne o haga un viaje por el Canal du Nivernais, donde podrá admirar la ingeniosa serie de esclusas conocida como la «échelle de Sardy».
Se ofrecen muchos caminos para bicicletas en las «voies vertes». A lo largo de cinco recorridos diferentes, desde las orillas del Yonne hasta las del Saona, las casas de huéspedes y los hoteles con el sello de calidad Tour de Bourgogne à Vélo© ponen todos los medios a disposición de los cicloturistas. Vaya a la ciudad balneario de Bourbon-Lancy, en el Saône-et-Loire, a los castillos renacentistas de Tanlay, en el Yonne, y de Cormatin, en el Mâconnais, o tómese su tiempo para descubrir la casa del poeta romántico Lamartine, en Milly.
Los amantes de las emociones fuertes pueden probar a conducir en el legendario circuito de Magny-Cours o hacer puenting nocturno en la gruta de Champ-Retard, en el Yonne. Después, si necesita un lugar tranquilo pero inusual para alojarse, eche un vistazo a una caravana gitana, una yurta o una casa flotante. Incluso puede pasar la noche en una hamaca en lo alto de un árbol entre los ríos y lagos del Morvan.
Festividades de todo el año
La Borgoña acoge una amplia gama de actividades durante todo el año, desde las Fleurs de vigne en Auxerre hasta las Journées gourmandes de Saulieu en la Côte-d’Or, sin olvidar el festival callejero de Chalon dans la Rue en Chalon-sur-Saône, y los espectáculos históricos y otros eventos vinícolas, muchos de los cuales también incluyen actuaciones y exposiciones al aire libre.
Los amantes de la música pueden disfrutar de la vibrante escena del jazz en Nevers. Si lo suyo es el blues, no se pierda el festival de Le Creusot. Dijon atrae al público de todo el mundo por su festival de música sacra. El Festival Internacional de Ópera Barroca tiene lugar en el impresionante patio de los Hospicios de Beaune.
Descubra usted mismo la gran cantidad de actividades que ofrece la región: desde excursiones insólitas hasta festivales callejeros, pasando por viajes por las vías fluviales o vacaciones en bicicleta, ¡los numerosos tesoros de Borgoña le esperan!