Escucha a tu cuerpo: Lo que significan tus antojos de comida

Antojos de comida: todos los hemos experimentado. Una vez que nos llegan, es casi imposible resistirse a coger una barra de chocolate o una bolsa de patatas fritas. Pero, ¿de dónde vienen los antojos de comida y por qué a veces se tiene hambre de dulces y otras veces de algo salado? Descubre a continuación las causas de los antojos de comida y por qué deberías escuchar a tu cuerpo.

Presta atención a las señales de tu cuerpo

Los antojos de comida suelen significar que a tu cuerpo le faltan ciertos nutrientes, pero también pueden estar relacionados con tu equilibrio hormonal o tu estado emocional. A menudo ayuda prestar atención a las señales de tu cuerpo. Tal vez tengas antojo de una de las siguientes cosas ahora mismo:

Dulces

¿Tienes hambre de ositos de goma, galletas, helados o pasteles? Esto puede ser un signo de irregularidades en el azúcar en sangre, desequilibrios hormonales, estrés o falta de sueño. Es mejor trabajar el problema de raíz que simplemente ceder a tus antojos de comida.

Chocolate

Las mujeres, en particular, suelen tener antojos de chocolate. Esto puede estar relacionado con su ciclo menstrual: las mujeres pierden magnesio, un mineral que se encuentra en el cacao, durante su periodo. Por lo tanto, los antojos de chocolate son la forma que tiene el cuerpo de intentar restablecer sus niveles de magnesio a la normalidad. Además, este alimento dulce aumenta los niveles de oxitocina del cuerpo. Esta hormona se libera cuando te acurrucas, te abrazas o tienes relaciones sexuales. Y seamos sinceros: en esta época del mes, nos vienen bien todas las buenas sensaciones que podamos obtener. Un cuadrado o dos de chocolate negro con un alto contenido de cacao es justo lo que necesitas para alegrar tu estado de ánimo.

Carbohidratos simples

Un antojo de pasta o pan blanco puede indicar una falta del aminoácido triptófano, que es vital en la producción de la hormona del «bienestar», la serotonina. Si no consumes suficientes carbohidratos en tu dieta, esto puede ponerte de mal humor. Los antojos de alimentos ricos en carbohidratos son la forma que tiene nuestro cuerpo de intentar animarse.

Alimentos salados

A muchas personas les gusta picar patatas fritas y frutos secos salados mientras ven la televisión. El anhelo por los aperitivos salados suele estar causado por la falta de electrolitos (especialmente de sodio). La deshidratación también puede ser un motivo de antojos de sal.
El sodio en grandes cantidades no es saludable y a menudo se asocia con la presión arterial alta. Sin embargo, nuestro cuerpo necesita una cierta cantidad (máx. 5 g al día). Asegúrese de beber mucho líquido y, si está haciendo ejercicio o hace calor en el exterior, pruebe a tomar bebidas con electrolitos. Una opción de tentempié más saludable son las palomitas caseras o los frutos secos sin sal.

Carne

¿Eres vegetariano o vegano? Si no obtienes suficiente hierro, zinc y vitamina B12 debido a una dieta desequilibrada, es posible que empieces a tener antojo de carne. Esto no significa que una dieta basada en plantas sea necesariamente desequilibrada. Pero lo que sí significa es que los veganos deben dedicar más tiempo a planificar lo que comen para asegurarse de que obtienen todos los nutrientes que su cuerpo necesita. El hierro se encuentra, por ejemplo, en las legumbres, los frutos secos y las semillas. Éstos deben consumirse en combinación con la vitamina C (naranjas y pimientos) para mejorar la capacidad del cuerpo de absorber el hierro. El hierro de origen vegetal suele tener una menor biodisponibilidad que el de origen animal. Esto significa que su cuerpo puede absorber mejor el hierro de origen animal. Si llevas una dieta vegana, tienes que asegurarte de mantener tus niveles de vitamina B12. Para ello, puedes optar por alimentos fortificados o suplementos. Esta vitamina está contenida en los alimentos de origen animal (carne, huevos, productos lácteos).

En resumen: ¡El cuerpo humano es inteligente! Si escuchas sus señales, sabrás lo que necesitas. A veces, tiene sentido ceder a tus antojos de comida, pero otras veces deberías mirar más de cerca lo que está causando tus ataques de hambre.

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