Desventajas del comunismo
El sistema económico y político del comunismo dicta efectivamente lo que se puede y no se puede hacer en el ámbito de los negocios. Hay limitaciones definidas para la cantidad que un negocio puede producir y cuánto dinero puede ganar.
Además de controlar directamente los medios de producción, el comunismo pone reglas estrictas en cuanto a cómo operan los negocios de tal manera que nace una sociedad sin clases. No importa en qué campo se especialice una empresa, se asignará la misma cantidad de fondos a cada una, y cada trabajador recibirá la misma cantidad de dinero. Esto puede provocar un malestar emocional entre los trabajadores que desean un reconocimiento especial por su trabajo. Puede servir para crear condiciones incómodas para los trabajadores en una sociedad sin rango ni especialidad variable. Por último, puede ser asfixiante para el espíritu empresarial, que es clave para el crecimiento y el desarrollo económico de un país. Estados Unidos una nación capitalista, se ha beneficiado enormemente de ese ambiente de pequeñas empresas y emprendedores, telón de fondo del sueño americano.
Más concretamente, en el comunismo:
- El gobierno es dueño de todas las empresas y propiedades (los medios de producción).
- No hay libertad de expresión.
- Las poblaciones grandes o geográficamente amplias tienden a ser diversas, lo que hace difícil mantener un objetivo común o un conjunto de reglas para el esfuerzo y los recursos compartidos.
- La planificación central es difícil de lograr.
- Las necesidades de los consumidores no se tienen en cuenta.
- La productividad y la eficiencia son difíciles de conseguir sin ánimo de lucro para los trabajadores.
- Es difícil conseguir equilibrios internos entre la oferta y la demanda sin un mecanismo de precios.
