Sociología

Uno de los conceptos sociológicos que siempre me ha parecido interesante en los cursos que he realizado es la estratificación social. En las sociedades, el acceso de un individuo a la riqueza y los ingresos influye en gran medida en su acceso a los recursos y las oportunidades. Esas oportunidades pueden verse aún más afectadas por factores como la raza, el género y la religión del individuo. Los que tienen más riqueza, y por tanto más oportunidades, en la sociedad estadounidense se conocen como pertenecientes a la clase alta. Los que tienen menos riqueza e ingresos pertenecen a la clase baja, y hay una clase media que se sitúa entre esos dos extremos. Dentro de este concepto, también se discute la movilidad social de un individuo y los sistemas inflexibles de estratificación dentro de algunas sociedades (como las estructuradas por sistemas de castas).

Los conceptos sociológicos también incluyen un examen de la forma en que las personas funcionan juntas en una sociedad. Así, es común examinar las normas y valores de cualquier grupo y cómo se espera que las personas se comporten dentro del grupo. La socialización se estudia habitualmente como medio para determinar cómo se enseña a los individuos las expectativas de comportamiento de una sociedad.

También se suelen estudiar los roles sociales y la identidad social de un individuo. Se trata de un examen de cómo un individuo incorpora una variedad de expectativas que son determinadas por la sociedad y manipula su comportamiento para satisfacer esas variadas expectativas. Así, una mujer de 40 años puede identificarse con todos los siguientes roles sociales: esposa, madre, ingeniera, hermana, hija, amiga, activista comunitaria, voluntaria y política.

Otro concepto sociológico interesante es la idea de la profecía autocumplida. Este concepto se basa en cómo las sociedades etiquetan a los individuos, a veces desde edades increíblemente tempranas. Este concepto afirma que a veces las personas actúan como se espera que actúen -según lo determinado por una etiqueta- y la etiqueta se convierte así en realidad. Por ejemplo, un niño al que se etiqueta constantemente como «tímido» ante los demás puede dudar en relacionarse socialmente y, con el tiempo, esta falta de interacción hace que se convierta en un adulto «tímido» o retraído. Por el contrario, si a un niño se le etiqueta constantemente como «valiente», podría elegir activamente acciones que requieran más valor, y la repetición de esos comportamientos le ayuda a convertirse en un adulto más seguro y valiente.

Hay muchos temas que explorar en los estudios sobre cómo las sociedades influyen en las personas y cómo las personas influyen en sus sociedades.

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