- Escrito por Lilly Cao
- 11 de febrero, 2020
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La tierra de mampostería se ha utilizado en la construcción durante miles de años, con evidencias de su uso que se remontan al período neolítico. Esta técnica, utilizada sobre todo en China, se aplicó tanto a los monumentos antiguos como a la arquitectura vernácula, y se utilizó en la Gran Muralla. Aunque el interés por la tierra apisonada disminuyó en el siglo XX, algunos siguen defendiendo su uso hoy en día, alegando su sostenibilidad en comparación con otros métodos de construcción más modernos. Sobre todo, las estructuras de tierra apisonada utilizan materiales locales, lo que significa que tienen poca energía incorporada y producen pocos residuos. A continuación, describimos cómo construir con este material.
Para empezar, trabajar con tierra apisonada requiere conocer bien el clima y el lugar en el que se va a construir la estructura. Normalmente, la técnica de tierra apisonada funciona mejor en climas con alta humedad y temperaturas relativamente moderadas. En climas más fríos, los muros de tierra apisonada pueden necesitar aislantes adicionales, mientras que en lugares con alta pluviosidad, necesitan protección adicional contra la lluvia. Además, muchos países carecen de normas para las construcciones de tierra apisonada. Por estas razones, la construcción con tierra apisonada puede no ser viable en algunos lugares.
Una vez que se considera que el lugar es viable, se puede construir el armazón de los muros. Normalmente consiste en dos paneles paralelos de madera contrachapada, el marco se rellena con una capa de tierra húmeda, que suele incluir arena, grava, arcilla y un estabilizador. Una vez añadida esta pequeña capa, se comprime hasta alcanzar aproximadamente la mitad de su volumen original mediante un pisón neumático. Este proceso se repite repetidamente hasta que el marco se llena de tierra compactada, lo que permite retirar la madera y dejar un muro de tierra apisonada independiente.
Para mejorar algunas de las deficiencias de esta antigua técnica, se pueden tomar medidas adicionales para mejorar los muros. Por ejemplo, para mejorar el rendimiento térmico relativamente pobre de la tierra apisonada, los arquitectos pueden añadir un aislamiento adicional a las paredes. Si se aplica externamente, el aislamiento debe ser permeable al vapor para permitir la evaporación; si se aplica internamente, las opciones de aislamiento son mucho más flexibles, aunque el aislamiento no debe fijarse directamente a la cara del muro. Para tener en cuenta los posibles daños causados por el agua, los muros de tierra apisonada deben estar protegidos por largos aleros salientes y levantados sobre sólidas zapatas elevadas a una altura mínima de 225 mm sobre el nivel del suelo.
A veces, para remediar estas deficiencias y aumentar la capacidad de carga de los muros de tierra apisonada, se añade cemento a la mezcla original del suelo como estabilizador. Esta mezcla se denomina tierra apisonada estabilizada (SRE), en contraste con la tierra apisonada (RE), y es común, especialmente en Australia. Sin embargo, esta adición puede disminuir la alabada sostenibilidad de la construcción con tierra apisonada debido a la elevada energía incorporada del cemento. Los diseñadores que elijan entre SRE y RE deben tener en cuenta el clima, los requisitos estructurales, la durabilidad y la sostenibilidad a la hora de tomar su decisión.
La técnica de la tierra apisonada puede ser uno de los métodos de construcción más antiguos que se conocen, pero puede merecer la pena investigar su actualización para los tiempos modernos. Al ser un material respetuoso con el medio ambiente, fuerte e incluso estético, la tierra apisonada tiene mucho potencial para el futuro, tanto como lo fue en el pasado.