La cefalea numular (cefalea en forma de moneda) tiene un rasgo distintivo inusual: se caracteriza por un dolor de leve a moderado, similar a la presión, que se siente exclusivamente en un área redondeada o elíptica de 2 a 6 cm de diámetro. Aunque cualquier región de la cabeza puede verse afectada, la zona parietal es la localización habitual de la cefalea numular. El dolor permanece confinado en la misma zona sintomática que no cambia de forma o tamaño con el tiempo. El dolor es continuo, pero las exacerbaciones lancinantes que duran varios segundos o aumentan gradualmente de 10 minutos a 2 horas pueden superponerse al dolor de base. El patrón temporal es crónico o remitente. Pueden observarse pseudorremisiones cuando el dolor alcanza un grado muy bajo o cuando sólo se informa de molestias (no de dolor) en la zona afectada. En ocasiones, puede prevalecer el malestar. Tanto durante los periodos sintomáticos como interictalmente, la zona afectada puede mostrar una combinación variable de hipoestesia, disestesia, parestesia o sensibilidad. Los exámenes físicos y complementarios son normales. La cefalea numular surge como un cuadro clínico primario claro. La topografía particular y los signos de disfunción sensorial hacen que sea razonable aventurar la idea de que la cefalea numular es una cefalea extracraneal, probablemente procedente de tejidos epicraneales como las ramas terminales de los nervios sensitivos. La cefalea numular puede parecer el paradigma de las epicranias (grupo de cefaleas y neuralgias pericraneales procedentes de tejidos epicraneales). La cefalea numular debe distinguirse del dolor de cabeza secundario a procesos locales y de los puntos sensibles de las cefaleas más extensas. Aunque la cefalea numular puede coexistir frecuentemente con otras cefaleas primarias, tiene un curso independiente. El tratamiento rara vez es necesario y en la mayoría de los casos basta con tranquilizar a los pacientes.