Cómo congelar la lechuga para que dure más tiempo

Conservar la lechuga y conservar su frescura puede ser una tarea realmente difícil, ya que tiene hojas frágiles. Aquí tienes algunas pautas para congelar las hojas de lechuga.

Las variedades de lechuga de flor toleran mejor la congelación que sus homólogas. Además, tienen un gran sabor.

Los alimentos se pueden almacenar de diferentes maneras. Aunque el almacenamiento de artículos perecederos es difícil, no es imposible con aparatos como los frigoríficos. Sin embargo, hay ciertos artículos que no pueden almacenarse durante mucho tiempo. Aunque la mayoría de los artículos perecederos se almacenan en el congelador, algunos de ellos no conservan su sabor y textura, después de la congelación. Una vez congeladas, la mayoría de las frutas y verduras adquieren una textura y un sabor acuosos, que pueden no tener buen gusto. Cuando se almacenan en el congelador, el agua de las células vegetales se cristaliza, lo que provoca daños en las paredes celulares. Cuanto mayor sea el contenido de agua, mayor será el daño causado durante la congelación. Esta es la razón por la que las verduras de hoja verde, como la lechuga, no son las preferidas para la congelación. Sin embargo, si se congela correctamente, se puede conservar la lechuga durante unos seis meses.

¿Se puede congelar la lechuga?

No es imposible congelar la lechuga, pero las hojas frágiles pueden no tolerar la congelación. Por ello, siempre es recomendable consumirlas en fresco y evitar la congelación. Sin embargo, la lechuga sobrante puede guardarse en el congelador, si no se quiere utilizar en pocos días. Si se compra lechuga a granel, la congelación es la mejor opción para que dure más tiempo. Los que cultivan lechuga también pueden congelar las hojas, para poder utilizarlas más tarde.

Método I – Congelar lechuga fresca

  • Descarte el tallo, así como las hojas dañadas y enfermas.
  • Lava las hojas en agua fría y colócalas en un colador, para que escurran el agua. Utilice toallas de papel o un paño suave para secar las hojas.
  • Extiéndalas en un paño de cocina. Es muy importante minimizar la humedad de las hojas.
  • Una vez hecho esto, pon las hojas en bolsas de congelación, y guárdalas en el congelador.
  • Evita rellenar las hojas en las bolsas de congelación. Presione suavemente para liberar el exceso de aire.
  • Durante el proceso de limpieza y almacenamiento, debe manipular las hojas con cuidado. Antes de congelar las bolsas, puedes utilizar una pajita para aspirar el aire de su interior. Esto ayuda a conservar la frescura de las hojas. Si hay otros alimentos que se van a congelar, asegúrese de mantener las bolsas de lechuga en la parte superior. De lo contrario, las hojas se aplastarán. Si tiene más de una variedad de lechuga, congélelas en bolsas separadas.

    Para descongelar las hojas congeladas, sáquelas del congelador y manténgalas en el frigorífico durante la noche. Si no, mantenlas a temperatura ambiente durante una o dos horas. Puedes utilizar la lechuga congelada y descongelada en sopas, salteados, guisos, estofados, etc. También se pueden utilizar como envoltorios.

    Lava las hojas antes de guardarlas.

    Lava las hojas antes de guardarlas.
    Seca las hojas antes de guardarlas.

    Seca las hojas antes de guardarlas.

    Guardar la lechuga en bolsas de congelación

    Guardar la lechuga en bolsas de congelación.

    Método II – Congelar el puré de lechuga

    • Descarte el tallo y separa las hojas. Lávalas bien.
    • Coloca las hojas en una batidora y hazlas puré junto con una pequeña cantidad de agua.
    • Vierte el puré en cubitos de hielo. Una vez hecho, saca los cubos de las icetrays, y guárdalos en bolsas de congelación.
      • Este es uno de los métodos más fáciles para conservar la lechuga. A diferencia de las hojas congeladas, no hay cambios en la textura. Normalmente, las hojas de lechuga congeladas y el puré de lechuga congelado no se utilizan en ensaladas frescas. El puré congelado puede utilizarse en batidos, sopas, guisos, curry, etc. También puede cocinar granos y verduras en este puré.

        Puré de las hojas de lechuga

        Puré de las hojas de lechuga.

        Guardar en el congelador

        Puré de las hojas y guardar en el congelador.

        Tipos de lechuga y congelación

        Congele la lechuga sólo si las hojas son frescas. Aunque la lechuga cultivada en casa es la mejor para congelar, las compradas a los agricultores locales también son buenas. La lechuga comprada en la tienda puede no ser tan fresca. En cuanto a las distintas variedades, la lechuga romana es mucho mejor que la tipo iceberg. Elige las variedades de hoja gruesa en lugar de las de hoja fina. Incluso las variedades roja y verde roble son ideales para congelar.

        La lechuga es buena para congelar

        Con sus hojas gruesas, la lechuga romana es buena para congelar.

        Otro método es guardar las hojas en un recipiente hermético o en una bolsa con cierre, junto con algunas toallas de papel. No rellene el recipiente. Colóquelo en el frigorífico. De este modo, la lechuga se mantendrá fresca durante más de diez días. Si lavas la lechuga antes de guardarla, seca las hojas con un paño. En definitiva, la lechuga pierde su crujiente y su sabor al congelarse. Pero, si la tienes en exceso, prueba cualquiera de los métodos mencionados anteriormente para congelar las hojas.

        Rollos de carne

        Mozzarella frita con lechuga

        Albóndigas
        Ensalada Caprese
        Ensalada de Queso y Fresas
        Bolsas de Lechuga con Queso
        Aperitivo de Bolas de Queso con Aceitunas
        Ensalada Caprese Con Lechuga Fresca
        Sopa de Lechuga y Aguacate

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