- Escrito por Rory Stott
- Octubre 06, 2019
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Nacido en la pequeña ciudad suiza de La Chaux-de-Fonds, Charles-Édouard Jeanneret-Gris -más conocido por su seudónimo Le Corbusier (6 de octubre de 1887 – 27 de agosto de 1965)- está ampliamente considerado como el arquitecto más importante del siglo XX. Como arquitecto dotado, escritor provocador, urbanista divisivo, pintor de talento y polemista sin parangón, Le Corbusier fue capaz de influir en algunas de las figuras más poderosas del mundo, dejando una huella indeleble en la arquitectura que puede verse en casi cualquier ciudad del mundo.
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Después de estudiar arquitectura en su ciudad natal, el joven Jeanneret rechazó el ambiente provinciano de Chaux-de-Fonds, viajó a Italia y luego a Budapest y Viena. Finalmente llegó a París, donde pasó un tiempo trabajando para August Perret, y luego aprendió alemán para trabajar en la oficina berlinesa de Peter Behrens, el proto-modernista que a menudo es citado como el primer diseñador industrial de la historia gracias a su trabajo para AEG.
Tras un nuevo periodo de viajes por los Balcanes y Grecia, Jeanneret regresó a Chaux-de-Fonds para dar clases y permaneció allí durante toda la Primera Guerra Mundial. En 1914-15 desarrolló su primera gran obra teórica, la casa Dom-Ino: un armazón de hormigón armado que postulaba como un sistema de producción en serie de viviendas de planta libre.
Tras la guerra, Jeanneret regresó a París, donde inició un estudio de arquitectura con su primo, Pierre Jeanneret, con quien seguiría colaborando durante la mayor parte de su carrera. También conoció a Amédée Ozenfant, un pintor cubista francés con el que desarrolló el manifiesto del «purismo», y la pareja llegó a publicar la revista L’Esprit Nouveau a partir de 1920. Fue en L’Esprit Nouveau donde Jeanneret adoptó por primera vez el seudónimo de Le Corbusier, siguiendo la moda entre los artistas parisinos de la época. También fue en L’Esprit Nouveau donde Le Corbusier desarrolló por primera vez sus famosos «cinco puntos de la arquitectura», que pueden resumirse brevemente como sigue:
- Levantar el edificio sobre «pilotis», liberando a los muros de su función estructural.
- Con los muros liberados de su función estructural, debe emplearse una planta libre.
- De la misma manera, la fachada debe diseñarse libremente.
- La ventana de cinta horizontal, permitida por la fachada libre, debe utilizarse para iluminar las habitaciones de manera uniforme.
- La cubierta debe ser plana y albergar un jardín en la azotea, sustituyendo el espacio del suelo que ocupa el edificio.
En 1923, Le Corbusier publicó su libro seminal Vers une architecture, comúnmente traducido al inglés como «Towards a New Architecture». En este libro dilucidó su visión de la arquitectura inspirada en la emergente era moderna, aplicando los principios de los coches, aviones y barcos a los edificios. Fue aquí donde proclamó la casa como una «máquina para vivir en ella», resumiendo su temprano enfoque del diseño y definiendo la actitud fundamental de la arquitectura modernista.
De las muchas estructuras realizadas por Le Corbusier en su primera época, ninguna demuestra mejor sus cinco puntos de arquitectura que la Villa Savoye, terminada en 1931. La planta baja, que eleva los principales espacios habitables del suelo, presenta una curva en picado diseñada para acomodar el radio de giro de un coche, mientras que se puede acceder al tejado mediante una rampa.
Sin embargo, aunque la Villa Savoye marca el punto álgido de los primeros ideales de Le Corbusier, también marcó el final de ese periodo de su obra. En su libro Modern Architecture: A Critical History, Kenneth Frampton separa la obra de Le Corbusier en dos capítulos, el que va hasta 1930 y el que va de 1930 a 1960. Frampton sostiene que en la Casa de Fin de Semana, terminada en los suburbios de París en 1935, «se adopta conscientemente lo vernáculo por su articulación material, por su capacidad de enriquecer la naturaleza abstracta y reductora del estilo purista… En adelante, la yuxtaposición de materiales contrastados se convirtió en un aspecto esencial del estilo de Le Corbusier, no sólo como «paleta» expresiva, sino también como medio de construcción.»
Durante los años 30 y la Segunda Guerra Mundial, Le Corbusier realizó menos edificios que en sus fértiles primeros años, pero al final de la guerra se produjo una explosión de encargos. Sin embargo, a partir de ese momento, el estilo de Le Corbusier era muy diferente al del modernismo maquinista de los años veinte, y se inclinaba por el hormigón visto y la escala monumental. Este estilo, ampliamente adoptado y adaptado por los numerosos seguidores de Le Corbusier, llegó a conocerse como «Brutalismo», llamado así por el francés Béton Brut, que significa hormigón en bruto.
Fue durante este periodo de unos 15 años cuando Le Corbusier completó muchas de sus obras más admiradas, incluyendo la Unité d’habition en Marsella (así como diseños similares en Nantes-Rezé, Berlín, Briey y Firminy), la capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp, el convento de La Tourette y el Carpenter Center for the Visual Arts, su único edificio en Estados Unidos.
A lo largo de su carrera, junto a su obra arquitectónica, Le Corbusier fue un feroz y radical defensor de nuevas visiones del urbanismo modernista. Al igual que su primera obra arquitectónica, los diseños urbanos de Le Corbusier se centraban en un diseño puramente funcional y daban gran primacía al automóvil. Su primer plan, la «Ville Contemporaine», fue diseñado en 1922, y en 1925 diseñó el «Plan Voisin», que proponía destruir una amplia zona del centro de París para sustituirla por un entramado de torres modernistas, situadas en un parque y conectadas por una red de carreteras elevadas. Diez años más tarde, Le Corbusier amplió este diseño en la hipotética «Ville Radieuse», y estas propuestas pasarían a influir en el diseño de sus «Unités» como pueblos autónomos para comunidades enteras.
La planificación urbana de Le Corbusier constituye la base de gran parte de las críticas a su obra y a su vida. Aprovechando su poder como miembro clave del Congres Internationaux d’Architecture Moderne (CIAM), Le Corbusier presentó sus principios para la ciudad funcional en su Carta de Atenas, llamada así por el destino del grupo para su cuarta reunión en 1933. La Carta de Atenas se convirtió en un documento fundacional de la planificación urbana moderna, y en nombre de Le Corbusier se modernizaron ciudades de todo el mundo, sustituyendo barrios tradicionales, orgánicos y a menudo empobrecidos por bloques de viviendas sociales modernistas de gran altura, con distintos grados de éxito. Le Corbusier también ha sido ampliamente criticado por las conexiones políticas que mantuvo en sus intentos de realizar sus planes, trabajando junto al gobierno de Vichy de Francia y aceptando una invitación para dar una conferencia en Roma de Benito Mussolini.
En la década de 1950, Le Corbusier pudo finalmente realizar una síntesis de sus visiones arquitectónicas y urbanísticas cuando fue invitado a completar el diseño de Chandigarh, la nueva capital del estado de Punjab, en la India. Le Corbusier diseñó un trazado urbano funcional, y para el Capitolio de la ciudad diseñó él mismo tres edificios: el edificio de la Secretaría, el Palacio de la Asamblea y el Tribunal Superior.
La influencia de Le Corbusier en la arquitectura contemporánea es inconmensurable. Ayudó a formar la base de casi toda la arquitectura y el urbanismo modernistas, y casi toda la teoría contemporánea actúa esencialmente como una continuación o un rechazo de sus ideales. Más allá de eso, estableció la propia forma en que se practica la arquitectura en la actualidad: el escritor Hal Foster se refiere a Le Corbusier como un «arquitecto-polemista» que ayudó a sentar las bases para que surgieran figuras actuales como Rem Koolhaas. En consecuencia, Alan Plattus, en su introducción al libro de Deborah Gans La guía de Le Corbusier proclama:
«El efecto de medio siglo de comentarios, crítica, investigación y diseño no ha sido tanto situar a Le Corbusier como disolverlo en el torrente sanguíneo colectivo del siglo… Le Corbusier se ha convertido no tanto en un objeto para nuestro discurso como en parte del propio terreno sobre el que ese discurso debe fundarse.»
Descubra más sobre las obras de Le Corbusier a través de las miniaturas que aparecen a continuación, y más sobre su influencia en la arquitectura a través de los enlaces que aparecen debajo de ellas:
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VIDEO: Villa Savoye, Los cinco puntos de una nueva arquitectura
Infografía: La vida de Le Corbusier por Vincent Mahé
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La ciudad radiante de Norteamérica: El impacto de Le Corbusier en Nueva York
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La luz importa: Le Corbusier y la Trinidad de la Luz
Dibujo en la carretera: La historia de los viajes de un joven Le Corbusier por Europa
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